Con la conferencia magistral “El otro entre los otros: nostalgia y alteridad en La Odisea”, a cargo de David García Pérez, doctor en Letras Clásicas por la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, inició el ciclo de conferencias “Lecturas de La Odisea: a 200 años del nacimiento de Schliemann”, cuyo objetivo es analizar una de las obras clásicas fundamentales de la humanidad, a través de un autor griego o latino de la antigüedad.
La titular del plantel, Patricia García Pavón, aseveró que es muy satisfactorio que en el plantel surja esta iniciativa para el estudio de los clásicos, no sólo basado en la lectura, sino en la crítica y el análisis de las obras, pues así se generan espacios para el aprendizaje que abonan para la formación de estudiantes a través de las aportaciones de expertos, en este caso, de la FFyL y del Instituto de Filología.
El ciclo fue organizado por Raquel Barragán, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas; Olivia Isidro Vázquez, docente de la FFyL; María Rosa Loa Zavala, profesora del del Área Histórico-Social, y Alejandro García Casillas, de Talleres de Lenguaje y Comunicación.
En su primera actividad, transmitida vía Facebook Live, el 19 de abril, García Pérez describió a grandes rasgos la secuencia narrativa de La Odisea para explicar el sentido de la nostalgia generada en el viaje de los personajes durante 20 años, en los que Odiseo se alejó de su hogar por la guerra, lo que dio origen a su añoranza. En la obra, refirió, la nostalgia se presenta como una enfermedad, mientras que la otredad y el concepto de la civilización son representados en la figura de Odiseo, quien a lo largo de la obra es movido por la nostalgia.
La historia del poema explica cómo los héroes que sobrevivieron a la guerra de Troya pretendieron regresar a su casa, pero fueron castigados por su soberbia y algunos tuvieron una muerte indigna. Odiseo y sus compañeros estuvieron destinados a andar errabundos por el mar, ya que fueron atrapados por una tempestad de tres días y tres noches, que los llevó a tierras desconocidas.
Allí, Odiseo conoce a diversos personajes con los que se identifica y otros que rechaza completamente. A lo largo de la obra existe un gran sentimiento de nostalgia, pues lo que más ansía Odiseo es la vuelta a Ítaca, el lugar al que pertenece y donde adquiere pleno sentido de pertinencia.
