Más de 80% de los adolescentes que fueron consultados a través de una encuesta expresaron temor de que algún miembro de su familia o ser querido se contagie de Covid-19; en contraste, sólo 30% manifestó miedo a morir. Lo interesante de estos datos, consideran los especialistas a cargo del estudio, llevado a cabo por la Facultad de Psicología, es que “contradicen una aseveración generalizada acerca de que los adolescentes son egoístas y sólo piensan en ellos mismos”.
Los expertos de la UNAM crearon este proyecto de investigación para conocer y analizar las experiencias de los estudiantes durante el confinamiento; en reunión vía Zoom presentaron los resultados que obtuvieron tras consultar a estudiantes del plantel Sur del CCH.
La muestra, explicaron, estuvo conformada por mil 387 estudiantes y los resultados son parte de un estudio mayor (de una muestra de cuatro mil 71) que se realizó fundamentalmente en la Ciudad de México, Morelos y el Estado de México. El cuestionario en línea, detallaron, fue distribuido a través de la herramienta Google Forms y formulaba 120 preguntas.
Datos duros
Al respecto de su conocimiento sobre el Covid-19, detallaron los expertos, 97% mostró estar informado sobre conceptos generales (es un virus, es contagioso, afecta vías respiratorias). Y en cuanto a si tuvieron contacto con alguien infectado, 69% negó y 9% afirmó. El resto no sabía.
El estudio descubrió que el total del universo consultado pasó el confinamiento en familia, cerca de la mitad con mamá, papá y hermanos, además de que ocho de cada 10 dijeron que en sus casas son estrictos o muy estrictos con las medidas de autocuidado.
Sobre su estado emocional frente a la pandemia, los resultados son contrastantes, pues casi la mitad de la muestra manifestó experiencias favorables, de oportunidad al estar en familia; la otra mitad, subrayó afectación a la vida personal. Entre las principales emociones dijeron haber sentido incertidumbre, frustración, angustia, tristeza, enojo.
En ese sentido, el estudio detectó que 7% de los consultados manifestó trastornos psicológicos, reflejados en dos situaciones: dormir y llorar. A pesar de ello, sólo 59 alumnos solicitaron apoyo psicológico durante el confinamiento.
