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En cualquier sitio

Someplace where no one knows our name
we'll find the start of something new
just take me anywhere, take me anywhere
anywhere away with you
Rita Ora: Anywhere, 2017

Podría ser que para otros leer consista en situarse frente de un texto, centrar la vista en él e interpretar el mensaje que nos quiere transmitir; pero leer es más que eso: es como ver voces, pensamientos, escuchar sentimientos y emociones, correr descalzos en una pradera y percibir el pasto recorriendo las plantas de nuestros pies, sufrir con los personajes, reír con ellos, nadar en un río de aguas cristalinas, ver una película en el cine, incluso, sentir una fiesta que recorre nuestros huesos: eso es para mí leer.

Desde muy pequeño mi madre me leía todas las noches cuentos, y cuando ingresé a la escuela no me costó trabajo aprender a leer, ya que tuve excelentes maestros que me enseñaron. No fue hasta los once años, cuando me adentré más al maravilloso mundo de la lectura, y siento que esto se lo debo a una niña, su nombre es Ariadna. Ella sacaba todos los días en receso su libro Los juegos del Hambre y se ponía a leer. Para que se interesará en mí, leí el mismo libro. Conforme pasó el tiempo ocurrió algo que nunca pensé que fuera a ocurrir: me olvidé de ella y me enamoré de la lectura. Me enamoré de ese libro que empezó todo.

He leído la trilogía de Los juegos del hambre de Suzanne Collins, El niño que pagaba el pato de Sid Fleischman, Donde habitan los ángeles de Claudia Celis, Los muchachos no escriben historias de amor de Brian Keaney, entre muchos otros, siento que los libros que más me han marcado son: El libro Salvaje de Juan Villoro, que hizo que me diera cuenta de que la vida es una aventura, hay que adentrarse en ella y probar cosas nuevas, Juan Salvador Gaviota de Richard Bach, donde aprendí que hay que luchar por nuestros sueños hasta alcanzarlos, y Todo puede suceder de Will Walton, que me enseñó ha cómo ser feliz en la vida aceptándome como soy.

Pienso que no podríamos leer si no fuera por los escritores. Ellos necesitan cierta preparación y conocimientos; mientras más experiencia tengan, más capaces serán de hacer un texto que valga la pena. Así lo enuncia Inés Arredondo en su texto “La cocina del escritor”:

 

Un escritor nace pero tiene que formarse arduamente, y cuanto mayor sea su órbita del conocimiento tendrá más herramientas para torturar a los demás. Porque la literatura más excelsa es siempre una exquisita y gozosa tortura. Para ambos, para el escritor y lector (2012, p. 46).

 

Los escritores trabajan con tenacidad para poder crear un texto, poema, cuento o libro, pues en él tratan de poner varias ideas, sentimientos y emociones para que nosotros los podamos leer y lo gocemos al máximo. Es como si se pegaran un megáfono al pecho y todos los “boom, boom, boom” que transmite nos hicieran bailar sin parar.

Además de leer, también he escrito; y me vienen a la memoria textos que son inolvidables para mí, como: Otras formas de amnesia en nuestro país, un texto en donde expongo mi opinión acerca de los múltiples problemas que enfrentamos en la actualidad, y Mi vida es un melodrama, en el cual describí las vivencias más importantes y momentos alegres de mi vida. El texto más importante para mí es Mi Diario, pues en el escribo mi propia visión del mundo, una perspectiva en un millón.

En mi vida la lectura y la escritura me han dejado varias enseñanzas que me han ayudado en varios ámbitos, desde ir escribiendo textos académicos, hasta pararme en cualquier sitio y terminar escribiendo en una hoja de Mi Diario todo lo hermoso de esta vida. La lectura y la escritura van de la mano, tanto así, que dentro de unos años me gustaría abrir el viejo diario y comenzar a leer los momentos más dichosos de mi juventud; recordar que, gracias a la lectura, yo siempre me encontré en cualquier sitio.

 

Referencias

Arredondo, I. (2012). La cocina del escritor. Ensayos (pp. 41-47). México: Fondo de Cultura Económica

Ora, R. (2017). Anywhere. Warner Music Group.

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