¿No sabes que todo lo que hacemos está hecho con amor?
Antígona, de Sófocles
La comunidad docente del Colegio se caracteriza por su creatividad y constante innovación dentro y fuera del aula, uno de los recursos que apoya esta cualidad es la actividad teatral. Por ello, profesoras en activo y jubiladas de los diferentes planteles, que imparten o impartieron las asignaturas de TLRIID I-IV y Análisis de Textos I-II, se han unido a la realización de este arte con entusiasmo y dedicación, a través de la compañía Teatro Isla de Próspero. Te contamos sobre ellas y su labor en el escenario.
María Elena Núñez:
“Hacer teatro me hace sentir viva”.
Es profesora jubilada del plantel Naucalpan, durante 45 años impartió clases. Su estancia en el Colegio le significó un crecimiento tanto como docente, como en los ámbitos personal e intelectual. Para ella, el CCH es un lugar que le permitió aprender de los jóvenes, de sus sentimientos, pensamientos, del ser humano en pleno desarrollo. Decidió sumarse al proyecto porque siempre ha tenido un gusto especial por el teatro, pues le parece una de las formas artísticas más humanas.
Lulú Zamora:
“El teatro me hace feliz, es importante ver un docente feliz para tener un estudiante feliz”.
Docente de Azcapotzalco con dos años de experiencia. Estudió Literatura Dramática y Teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es actriz y directora de Limbo, obra que se presentó en el plantel Naucalpan en noviembre. Considera que el proyecto de Teatro Isla de Próspero es muy generoso y le permite aportar desde lugares muy valiosos.
Lidia Cárdenas:
“En el teatro encontré amistad, creatividad y talento”.
Profesora del plantel Vallejo desde hace 36 años, con 50 años de carrera docente. Decidió sumarse al proyecto teatral del Colegio porque le da la oportunidad de contribuir a la creación de obras de calidad dirigidas al estudiantado. Considera que el escenario es un espacio que le permitió encontrar no sólo nuevas habilidades, sino también amistad con otras profesoras y profesores. Participa en la obra Limbo. Piensa que gracias a su labor se les proporciona a las y los jóvenes acceso a obras pensadas para ellos, lo que contribuye a su formación como personas sensibles y críticas.
Noemí Zepeda:
“El teatro ayuda a crear un vínculo con los estudiantes, ayuda a escucharnos desde el corazón”.
Docente de plantel Vallejo desde hace 16 años, egresada de la licenciatura de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM. Su gusto por el teatro comenzó desde que era adolescente. Ha representado a personajes de toda índole. También participa en la obra Limbo. Menciona que el teatro se trata de construir un vínculo de confianza con la comunidad estudiantil, pues en el escenario se muestra totalmente expuesta, lo que propicia la ruptura de las jerarquías y da pie a la empatía, la sensibilidad y la emotividad humana.