Dylan Aguilar Delgadillo

Crónicas cecehacheras

Analizan crear un programa

Crónicas cecehacheras
Analizan crear un programa

Recuerdo aquel día cuando tenía los nervios a flor de piel pensando cuál sería mi destino. Tenía mucho miedo, así que no vi los resultados. Sin embargo, un “¡te quedaste!” cambiaría mi vida por completo. Como era de esperarse, esa noche no dormí pensando cómo sería mi nueva escuela, el orgullo de ser puma, mi primera clase, mis profesores y compañeros… Llegó el día y ¡guau!, aquella bienvenida fue muy motivadora. Ese primer Goya fue muy significativo y me llenó de orgullo.

Aunque mi mamá no aceptaba la idea de que fuera al CCH, al verme tan feliz gritando el Goya cambió su opinión. Estaba súper orgullosa de que fuera parte de la UNAM, una de las mejores universidades del mundo. Viven en mi memoria los primeros amigos que hice, mis primeras clases y la gente maravillosa de la cual aprendí y sigo aprendiendo muchas cosas.

De Naucalpan siempre me gustó que puedes ser tú mismo. Aquí puedes expresarte de una y mil formas y nadie censura tu forma de ser. Hay tantos recuerdos, porque entre risas, llantos, nervios, incluso temores por los exámenes, vivimos y gozamos el primer año; pero llegó la pandemia por Covid-19 que cambió todo. Fue una cuarentena que se extendió por meses y meses y nos obligó a tomar clases en línea.

Al principio no fue fácil dejar de ver a tus amigos, abandonar aquellos espacios donde solíamos ser felices, dejar de vivir grandes momentos… sin embargo, todos aprendimos algo y la enfermedad nos hizo más fuertes. En lo personal, la pandemia no me afectó tanto; sin embargo, extrañaba ir al Colegio. Tras la tormenta vino la calma y un buen día salió el arcoíris y recibimos la mejor noticia: el regreso a las clases en formato híbrido.

Nos quedaba semestre y medio para terminar el bachillerato y lo disfrutamos al máximo. Recuerdo aquella primera mañana que entré después de la pandemia, la escuela seguía igual de hermosa. Volví a ver a mis antiguos amigos... de nuevo comí aquellas gorditas y las alitas ¡qué rico!  Ahora, a dar el siguiente paso: la facultad. Gracias por todo a mis profesores; gracias CCH. Egreso con promedio de 8.9, quiero estudiar Medicina en la FES Iztacala y trabajar en el IMSS para ayudar a las personas con sus problemas y enfermedades, aplicando muchos de los conocimientos que aprendí en el plantel Naucalpan. Estoy seguro que lo voy a lograr. ¡Mucho éxito a todos mis compañeros de generación! 

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