Espinosa

Alejandro Espinosa Fuentes

El narrador mexicano ha sido merecedor de diversos premios

Alejandro Espinosa Fuentes
El narrador mexicano ha sido merecedor de diversos premios

Mundo anclado es la tercera novela de Alejandro Espinosa Fuentes, el joven narrador mexicano quien ya se ha hecho merecedor de los premios José Revueltas, de Novela, y Julio Torri, de Cuento.

Mi amistad con Alejandro tiene larga historia, que inicia desde en las viejas instalaciones de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), en Héroes del 47, en Coyoacán, allá por 2011. Coincidimos en clases y formamos grupo con otras y otros camaradas: Daniel, Joana, Analía, Violeta y Carlos (espero no olvidar a alguien).

Ahí tuvimos a maestros como Aline Pettersson, quien escribió la contra de su primera novela y mi primer libro de poesía; también Gerardo de la Torre, a quien visitábamos los jueves en la noche para seguirla entre tragos y lecturas.

Pablo Soler Frost, Eduardo Parra, Mario González Suárez, Fernando Fernández, Humberto Musacchio y Maricruz Patiño, poeta que nos invitó a su casa en Valle de Bravo, y donde Joana, Daniel Alejandro y yo tuvimos un road trip, una casi novela adolescente en donde cuatro amigos salen a descubrir la vocación.

Esta anécdota me sirve de puente para hablar de la tercera novela de Alejandro: Mundo anclado (NitroPress, 2024), en la que un grupo de aprendices defeños de arte y literatura disloca sus propios mundos —acaso uno solo fragmentado—. Además, cabe mencionar que el prólogo de este libro lo hace Enrique Vila-Matas, uno de los autores que obsesionaban, ya desde aquellos años, al autor.

Mundo anclado nace en las instalaciones de Ciudad Universitaria, en la Facultad de Filosofía y Letras, en el conocido RocaBar. Inicia con una escena que parece será amorosa, pero termina por ser un fracaso, una decepción, y donde la realidad está tejida con los mismos hilos que tejía Witold Gombrowicz (otro de los santos de Espinosa Fuentes).

De su obra se ha dicho lo siguiente:

Deudor de sus grandes maestros (Elena Garro, Roberto Bolaño, Enrique Vila-Matas, Javier Marías), Alejandro Espinosa Fuentes construye una novela demorada e intensa, cuidando exquisitamente el lenguaje e hibridando géneros, del bildungsroman al diario, de la bitácora al diccionario, del poema al ensayo, y acaba por ofrecernos, al final de sus casi 400 páginas, un fresco novedoso del México que anhelamos conocer.

 

En esta obra el autor no abandona el estilo narrativo que lo caracteriza, entre fascinado e inocente, pero que, cada tanto, lanza una cita académica o da muestra de que sus personajes son lectores muy astutos, en ese aparente despiste.

Espinosa Fuentes nunca apuesta por la frase linda, ni efectista; construye su novela párrafo a párrafo, argumenta y tiene el largo aliento del novelista. No es menos ni tampoco gratuita la idea de tener como maestros a novelistas de la estatura de Bolaño, Marías y Garro, pues ellos edifican obras sostenidas.

Más cercano a Bolaño que ningún otro, los protagonistas de Espinosa Fuentes son los eternos flâneurs, disidentes, apátridas. En este caso, se trata de coapeños, ese barrio/no barrio del sur de la Ciudad; esos adolescentes hechos de otros universos y de miles de referencias literarias, musicales y cinematográficas, y son apátridas (retomo lo de Bolaño) porque se saben extranjeros en territorio conocido, una especie de holograma de otra realidad.

Llenos del Agenbite of inwit joyciano, estos personajes, estos cinco mundos, se componen y recomponen en su propia tragedia y en su diverso discurso.

 Aún no sé si esta es la mejor novela de Espinosa Fuentes al momento, pero sí es la más arriesgada, es, en palabras de Connolly, un intento por crear la novela completa o total.

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