pagina 21a

UNA Antología sobre Don Juan Tenorio

Expone varias concepciones estéticas e ideológicas sobre este personaje desenfrenado

UNA Antología sobre Don Juan Tenorio
Expone varias concepciones estéticas e ideológicas sobre este personaje desenfrenado

Compuesto por las obras clásicas en lengua española de El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina; No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague (El convidado de piedra), de Antonio de Zamora; El Estudiante de Salamanca, de José de Espronceda; y Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, se presenta La doble luz. Antología de Don Juan Tenorio, la cual forma parte de la colección Textos en Rotación del Colegio de Ciencias y Humanidades.

Las piezas que integran este nuevo título, cuyo editor y compilador es el doctor Benjamín Barajas Sánchez, tienen como hilo conductor el mito universal de Don Juan Tenorio.

Asimismo, el propósito de esta nueva antología es que los jóvenes puedan comprender la evolución de las concepciones estéticas, religiosas e ideológicas de dichas obras.

La antología, que puede ser descargada para su lectura digital en https://gaceta.cch.unam.mx/es en la sección “Mis libros”, propone a manera de ejercicio literario que los jóvenes puedan encontrar las coincidencias y diferencias en el manejo del lenguaje poético, el uso de los recursos expresivos, el tratamiento de los asuntos que tuvieron lugar entre los siglos XVII al XIX, en el barroco español.

 

Concepciones sobre el mito

El mito de Don Juan Tenorio prevaleció en los siglos venideros y su influencia se extendió a Francia, Inglaterra, Austria e Italia. En la España romántica del siglo XIX reaparece el mismo tema en forma de leyenda.

A decir de los especialistas, la historia sobre este personaje pone de relieve el amor al cuerpo frente a la línea espiritual, a lo divino, que hunde sus raíces en la mística medieval y elige la trascendencia a través del amor a Dios.

En El Burlador de Sevilla se pone al descubierto la vida sexual desenfrenada de Don Juan Tenorio, quien ignora la moralidad imperante y aplica el credo personal del placer y la deshonra de las mujeres. Su comportamiento y libertinaje desafían los preceptos teológicos de la época, por lo que tiene que descender a los infiernos como escarmiento.En tanto, en No Hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague (El convidado de piedra) se privilegia el conflicto entre los personajes por medio de los enredos de la comedia. En este drama también se presenta una redención del personaje principal instantes antes de su muerte.

A su vez, en El Estudiante de Salamanca, en el personaje central se reúnen los elementos de la noche espectral, tan apreciados por la literatura de terror de la época. Así, las peripecias de Don Félix, quien encarna la imagen de Don Juan, lo llevan a los infiernos sin oportunidad de redención, por la carga de sus pecados y la imposibilidad de comunicación con Doña Elvira, la mujer que ha sido objeto de su desprecio.

Para concluir, Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, recupera la dinámica del mito y lo reelabora para presentarlo con una perspectiva novedosa, además de que el autor aprovecha los mejores rasgos del personaje de Tirso de Molina, como son la valentía, el arrojo y el libertinaje. 

Compartir: