La escuela en Francia es un lugar donde niños y jóvenes pasan muchas horas al día, muchos de ellos comen e incluso duermen en sus instalaciones, ya que existe el sistema de internados y, recientemente, bajo una dinámica ecológica, diversos ayuntamientos franceses intentan transformarla en un lugar de convivencia abierto al barrio que los rodea, explicó Lea Bertrand, asistente de francés en el CCH.
En su conferencia “La educación en Francia”, la académica europea explicó que el sistema escolar francés es obligatorio y gratuito de los tres a los 16 años, pero particularmente y, a diferencia de México, pasan mayor tiempo: se empieza a las 8:30 horas, se tiene una o dos horas para comer y se acaba a las 16:30 o 17:30 horas; los alumnos de primaria tienen 24 horas de clase por semana; la secundaria de 25 a 28, y los de prepa de 30 a 40 horas.
Allá son muy comunes los internados, que pueden ser desde la secundaria, con chicos de 11 o 12 años. En el periodo de 2020-2021 se registró que 56.8 por ciento de las prepas y 4.9 por ciento de las secundarias contaban con un internado; 0.4 por ciento de los estudiantes de secundaria asistieron a uno; 7.5 por ciento, a las prepas, debido, sobre todo a razones familiares, económicas y de distancia.
El calendario escolar también es diferente: en Francia hay más vacaciones, aunque en México hay más días feriados.
También habló de su proyecto ecológico, que busca reverdecer los patios de las escuelas, la iniciativa empezó en París, en respuesta al calentamiento global, luego se logró que siguiera siendo apoyando, por su carácter educativo y social.
La naturaleza, dijo, ya no es sólo de los que tienen la oportunidad de ir hacia ella sino algo que pueden encontrar en la escuela, a fin de que estos espacios sean más justos, ecológicos y democráticos. “Los parques infantiles ayudan a la construir ciudadanos del mañana y deben ser espacios de vida dignos, donde todos pueden crecer, aprender y desarrollarse”.
La idea es que estos espacios sean para el barrio, y que la comunidad organice eventos y se reúna. También es pedagógico, pues 40 por ciento de chicos de tres a 10 años no sale después de la escuela y ésto enriquecería su experiencia diaria en la naturaleza.
