En la biblioteca Guillermo Haro del plantel Oriente, Sergio Andrés Hernández García, profesor del Área Histórico-Social, impartió la charla “¿Cómo se combatía a las plagas en el porfiriato? La historia de la Comisión de Parasitología Agrícola (1900-1908)”, donde mostró cómo el medio ambiente ha sido documentado para el análisis histórico.
La presentación forma parte del ciclo de charlas “Historia de la ciencia y el medio ambiente en México”, donde el ponente indicó que su tema fue su tesis de maestría en el posgrado de Filosofía de la Ciencia en la UNAM.
El académico indicó que “una plaga es un agente biológico, ya sea animal, planta u otro ser, que se reproduce sin control y afecta los intereses del ser humano como los cultivos, la salud, bienestar, etcétera”.
Sobre las características que han agravado la presencia de plagas, el profesor dijo que en la actualidad la humanidad atraviesa por la época geológica denominada antropoceno, proceso que ha impacto, de manera irreversible, el medio ambiente: “este se acelera por el capitaloceno, o sea, por las necesidades productivas del sistema económico”, dijo.
Por otro lado, Hernández García indicó que su investigación partió de dos perspectivas: Historia Ambiental y la Historia de la Ciencia, para exponer una visión crítica del quehacer científico y su papel en la pérdida del ambiente. A partir de este marco teórico, le interesó estudiar la aparición de la Comisión de Parasitología Agrícola, primera institución de su género en nuestro país.
“Durante el porfiriato se impulsó la ciencia, pues con el positivismo se pensaba que era el componente clave para el desarrollo económico. Surgieron grandes investigadores y sociedades científicas para compartir ideas. De estas propuestas, en 1900 se puso en marcha la Comisión, con el propósito de erradicar las plagas que impedían la exportación de productos agrícolas a Estados Unidos”.
De este modo, agregó, la Comisión fue fundada por el insigne Alfonso Luis Herrera para estudiar la plaga de las naranjas de Morelos y la invasión de mosquitos en la Ciudad de México, provocada por las aguas estancadas en las acequias, así como por la llegada de especies nuevas en trenes procedentes de Estados Unidos.
Por último, el ponente aseveró que para atender el problema de las plagas se requiere de una respuesta multidisciplinaria, donde especialistas de diversos campos deben formular sus propuestas.