asignatura de género

A un año de la asignatura de género

En el proyecto piloto, alumnos y profesores aprenden juntos

A un año de la asignatura de género
En el proyecto piloto, alumnos y profesores aprenden juntos

La asignatura de género contribuye de manera importante a la construcción de una sociedad más igualitaria y justa, se ha convertido en una comunidad dialógica, espacio de confianza, de autoconocimiento, de autorreflexión, por lo que su permanencia definitiva en las aulas del CCH es relevante, coincidieron alumnos y docentes en los cuatro conversatorios que formaron parte de las Jornadas de sensibilización e igualdad de género, en el marco del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo. 

Esta conmemoración enmarcó el primer año de la asignatura, que de manera piloto se imparte en los cinco planteles, específicamente a 68 grupos de primero y de segundo semestres; una iniciativa que fue aprobada y enriquecida, en su momento, por el Consejo Técnico del CCH y en la cual participan alrededor de 100 profesores, mismos que se han formado en perspectiva de género y conforman el Seminario de Seguimiento y Evaluación del pilotaje.

“Es una asignatura que habla de la libertad, de la defensa de la persona, del respeto a los derechos humanos y de las mejores estrategias para convivir en una cultura más incluyente y democrática, donde la violencia se rechaza racional y emocionalmente y no se acepta como mandato de las estructuras jerárquicas y patriarcales (…) contribuye a la construcción de una mejor sociedad, que es la tarea primordial de nuestra Universidad”, destacó Gema Góngora Jaramillo, secretaria de Programas Institucionales del Colegio de Ciencias y Humanidades.

 

Comunidad hermosa

Desde la perspectiva feminista, académicas de los cinco planteles: Hassibi Romero Pazos, Nora Aguilar Mendoza, Julia Luna Vilchis, María del Carmen Mejía Solís y Rebeca Ángeles López destacaron el entusiasmo que les provocó ser la primera generación de profesores de género, “había compañerismo, acompañamiento, disciplina y mucho compromiso, se trató de una docencia exigente en constante reconstrucción”. El desafío también fue el dirigirse a estudiantes de entre 14 y 16 años, ya que por la naturaleza de la temática se temía un poco por el impacto que tendría entre este sector, sin embargo, se obtuvo una respuesta positiva, compartieron.

También destacaron que al no contar con materiales elaborados, desarrollaron una serie de recursos variados: música, cine, publicidad, lecturas, videos, sondeos, entre otros, y se incluyeron temáticas nuevas, lo que provocó muchas inquietudes entre los jóvenes; un aspecto que visibilizaron es que el modo virtual hacía en ocasiones un tanto difícil el conocer si había comprensión de los temas, algunas maestras dijeron sentirse desmotivadas ante ello, de igual manera ante la deserción de algunos alumnos.

Al referirse a los resultados en sus estudiantes, las académicas indicaron que se observó cómo cambiaron sus prácticas al ponerse los “lentes del género”, cambios en su forma de expresarse y la generación de redes entre ellos, lazos de escucha, de reflexión, de respeto, se volvieron más observadores y empáticos, “muchos de ellos nos expresaron su alegría de que estos temas se tocaran en la escuela, se dieron cuenta de que pueden cambiar, que se puede tener otra sociedad”. 

En cuanto a los beneficios como profesores, compartieron que fue una experiencia enriquecedora, ya que en la asignatura se dio un intercambio de opiniones y conocimientos de manera horizontal, aprendieron juntos jóvenes y maestros.

Igualmente, señalaron que también hubo un impacto emocional,  “se amplió el panorama de lo que se puede hacer en la docencia: crecer como persona, dar más y permear en nuestro entorno. Te hace reflexionar lo que vivimos”.

 

Oportunidad histórica

Por su parte, los académicos Jorge Luis Gardea Pichardo, Misael Chavoya, Omar Sánchez Sierra y Carlos Godínez Fragoso subrayaron el impacto de esta iniciativa, ya que se está ante una oportunidad histórica tanto en la construcción de una sociedad más justa, así como al participar en una nueva asignatura en el Colegio, una de carácter complejo, inter y multidisciplinario, y de reflexión, además de replantarse como varones. Los maestros son parte del 10 por ciento de la planta docente que imparte esta asignatura. 

Algunos de los retos que significó su impartición, dijeron, fue el trabajar con chicos de primer semestre, en la modalidad virtual, la predisposición de los padres de familia, la producción de materiales didácticos y el ausentismo; de esto último, y de acuerdo con datos de la maestra Gema Góngora, el 48 por ciento de los alumnos inscritos asistió a las clases, mientras que el 52 restante nunca se presentó o asistió una sola vez; los docentes consideraron que la modalidad presencial es la mejor opción para su impartición y se pronunciaron por atender a este sector.

Destacaron que las jóvenes estudiantes se sorprendían de que un profesor les hablaráade género, no obstante, fue satisfactorio constatar que los escuchaban más por ser varones. La dinámica de la clase permitió una comunicación en varias direcciones profesores-alumnos y viceversa. Señalaron que un aspecto importante fue que la clase la escuchaban los padres de los estudiantes, incluso llegaron a participar, por lo que consideraron importante atender también a este sector, como también a los trabajadores administrativos y de base de los planteles.

En cuanto a cómo impactó en su desarrollo profesional y personal, los profesores compartieron que como varones tuvieron que guardar prudencia y tener cuidado de no hacer expresiones que pudieran malinterpretarse, indicaron que la formación en género es permanente, por lo que no se termina. Constaron que muchas jóvenes ya se refieren al tema con soltura. “Fue satisfactorio observar que incorporaban en sus reflexiones conceptos, tanto en lo escrito como de forma verbal”.

 

Transformar el mundo

El ejercicio de diálogo también se dio entre los estudiantes de los planteles Azcapotzalco y Naucalpan, tanto de quienes han cursado las clases como quienes no sabían de su existencia.

Entre los comentarios de los alumnos y alumnas destacaron: “Agradezco que esta materia se esté impartiendo, pues me hizo ser una persona consciente de todos los problemas que día a día vivimos en la sociedad y que muchas veces no hacemos nada por acabar con ellos. Se debe dejar de normalizar la violencia, ésta no debe existir de ningún tipo. La violencia hiere el cuerpo y la mente. Del que la ejecuta, del que la sufre, de los que lloran, de toda la humanidad. Nos rebaja a todos”.

“Fue una asignatura que debe ser de ley para todo alumno y así lograr una transformación en el mundo”, expresaron. 

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