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Por la igualdad de derechos

Se pronuncian en favor de una vida libre de violencia

Por la igualdad de derechos
Se pronuncian en favor de una vida libre de violencia

Con un llamado a los jóvenes a continuar en la lucha por alcanzar igualdad de oportunidades, a poner en las mesas familiares, de trabajo y de opinión pública el hecho de que “la violencia contra las mujeres no es normal y que no por cotidiana hay que aceptarla”, la fiscal de justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, ofreció la conferencia virtual “Las mujeres en el servicio público en México”, dirigida a la comunidad del Colegio de Ciencias y Humanidades.

“Queremos una vida libre de violencia, con igualdad de derechos; debemos cambiar el estado actual de las cosas y seguir avanzando. No hay otro camino, hay que seguir adelante. Nuestro deber es no conformarnos”, subrayó la funcionaria pública durante la actividad que formó parte de la segunda Jornada de sensibilización en el marco del Día Internacional de la Mujer.

Al inaugurar la charla, la secretaria general del CCH, Silvia Velasco Ruiz, destacó que se trata de una actividad para reflexionar sobre el papel de la mujer en la sociedad actual, y consideró que la fiscal de justicia es “una digna representante de lo que significa la mujer en estos momentos en México; su trayectoria nos evoca la lucha constante que ha realizado para estar en estos momentos en un cargo de carácter público, en el que sin duda tiene la oportunidad de incidir de manera positiva sobre asuntos de género”.

Ante la comunidad estudiantil y académica, Godoy destacó que las mujeres están ocupando puestos importantes en diversas instituciones gracias a la lucha constante y la exigencia de movimientos por los derechos humanos, mismos que han sido clave para el avance democrático del país y del mundo.

En ese sentido, expuso algunos datos sobre la presencia de la mujer en el ámbito profesional directivo. “En México, como resultado de estos cambios históricos, es que 40.5% de los cargos directivos de la administración pública los ocupan mujeres; en la Cámara de Diputados, la representación es de 48.2%, mientras que en el Senado es de 49.2%, y en el poder judicial, 27 por ciento son ministras de la Suprema Corte, 18% son magistradas de distrito y 23.1% son juezas de distrito”.

En tanto, agregó, en la Fiscalía que preside son 416 mujeres las que ocupan plazas de estructura, 131 médicas, dos mil 223 administrativas, 580 orientadoras, facilitadoras y asesoras jurídicas; 896 mujeres policías de investigación; dos mil 257 mujeres ministerio público y oficiales secretarios, y 607 mujeres son peritas. En la fiscalía las mujeres representan 45% de todo el personal.

La fiscal capitalina, quien también fungió como representante de la Sociedad Civil en la Comisión de Seguimiento y Verificación de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar firmados por el EZLN y el Gobierno Federal, sostuvo:  “Nos falta mucho, sobre todo que existan las condiciones para que cada vez más mujeres tengan la formación en todos los ámbitos para ejercer un puesto en la vida política, es decir, mujeres preparadas, que las hay, pero también se requiere de espacios y oportunidades para que puedan acceder a esos puestos, así como el reconocimiento de que tanto hombres como mujeres tenemos que hacernos cargo de la familia para que podamos tener una oportunidad de desarrollarnos”.

En la procuración de justicia, una labor que demanda largas jornadas de trabajo bajo y mucha presión, dijo Godoy, “el esfuerzo que hacen las mujeres por balancear el ejercicio de su profesión con su proyecto de vida es ejemplar. La Fiscalía de la Ciudad de México ha impulsado activamente la incorporación de más mujeres en posiciones directivas, estamos trabajando para eso, nos queda mucho camino por recorrer; de hecho, se necesitan más mujeres en posiciones de mando, sobre todo en el área de policías y en servicios periciales”.

Al respecto, la funcionaria señaló que se tiene que avanzar no sólo en la cantidad sino en la calidad de la toma de decisiones con perspectiva de género, sobre todo en “la atención a las ciudadanas y la garantía de sus derechos, demostrar que en la medida en que las mujeres nos integramos en los espacios estratégicos se avanza hacia la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres de una manera más sostenida. Es así que se muestra la otra cara del reconocimiento, aceptar que lo que tenemos es un logro, pero no dormirnos en nuestros laureles y admitir que nos falta mucho trabajo por hacer”. 

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