DGOAE1

Manejo de las emociones

Los jóvenes deben crecer con respeto y confianza

Manejo de las emociones
Los jóvenes deben crecer con respeto y confianza

La adolescencia es una etapa necesaria e importante para hacernos adultos y con el valor y la riqueza que brindan infinidad de posibilidades para el aprendizaje y el desarrollo de fortalezas, consideraron Emma Elizabeth Montaño Gómez y Guadalupe Tovar Navarro, de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE), de la UNAM.

Al impartir la charla “Cómo ayudar a los jóvenes en el manejo de sus emociones”, dentro del ciclo de conferencias: Escuela para padres, que organiza esa entidad universitaria, Montaño y Tovar coincidieron en que la adolescencia es una etapa de desafíos, muchos cambios e interrogantes para los adolescentes, pero también para sus padres y adultos cercanos.

Coincidieron en que es primordial que los padres, educadores y referentes de los adolescentes tengan presente que el objetivo al transitar a la adolescencia es que los chicos y chicas puedan aprender a tomar decisiones, aprender de sus errores, hacerse cargo de sus actos, responder con libertad, funcionar con responsabilidad y crecer en autonomía, para lograr ser adultos saludables.

“Pero nuestro rol como adultos es colaborar y propiciar que esta época fluya, sin bloquearlos, respetándolos, ubicando nuestra etapa adulta y su etapa del adolescente, generando confianza y apertura”, aseguraron.

Para ayudar a los adolescentes con el manejo de sus emociones, las especialistas recomendaron a los padres de familia, entre otros aspectos importantes, practicar el respeto, no hacer comparaciones, ser claros, precisos y puntuales en la comunicación y con un lenguaje sencillo; ser empáticos y aceptar sus decisiones para generar confianza y reforzar la autoestima.

También, crear vínculos afectivos y estar atentos ante señales de que algo les está afectando; enseñarles a no tomarse las cosas personales, para que se vuelvan más objetivos y poder manejar mejor sus emociones; pero, sobre todo, predicar con el ejemplo para fortalecerlos rumbo a la adultez.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia se define como el periodo de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y 19 años.

Existe la adolescencia temprana, que comienza entre los 8 y 9 años y se extiende hasta casi los 14, lapso en el que puede ocurrir la primera menstruación en las chicas y los chicos suelen sentirse cohibidos por su apariencia y ser juzgados por sus padres.

Entre los 14 y 17 años se encuentra la adolescencia media, en esta etapa se comienzan a evidenciar cambios a nivel psicológico y de construcción de la identidad. “Además de que suelen tener discusiones con los padres, buscan ser independientes de ellos y pueden caer en situaciones de riesgo”.

La adolescencia tardía es de los 18 a los 21 años, en este periodo comienzan a sentirse más cómodos con sus cuerpos y buscan la aceptación para definir su identidad. “Se preocupan más por su futuro y muchos restablecen una relación adulta con sus padres, considerándolos personas de su mismo nivel, a quienes pedir consejos y con quien hablar de temas serios”.  

Compartir: