Paola Morales Govea, alumna de quinto semestre del plantel, obtuvo la medalla de bronce en la XXXVII Olimpiada Nacional de Matemáticas, llevada a cabo del 5 al 10 de diciembre en el Centro de Convenciones Bicentenario, en Durango.
La estudiante mencionó que para conseguir este objetivo se organizó muy bien, creó un calendario para tener agendadas las actividades que debe realizar a cada momento. Reconoció que la escuela es agotadora e independientemente de que ella se organice, a veces, no le alcanza el tiempo y termina la semana muy cansada: “estudio de lunes a domingo, las vacaciones las tomé para enfocarme totalmente en la Olimpiada”.
El concurso consistió en dos exámenes, uno por día, con una duración de 4 horas y media y tres problemas por cada ocasión; en total, la prueba abarcó 9 horas y tuvo que resolver 6 actividades. Durante la Olimpiada, los concursantes no tienen permitido apoyarse con una calculadora ni ningún tipo de dispositivo electrónico, sólo pueden usar el lápiz. La cecehachera trabajó con un entrenador personal para mejorar ciertos aspectos desde un año antes de la competencia.
Sobre su participación, comentó que “más allá de la Olimpiada es la convivencia, porque a mí me tocó conocer a gente de muchos estados, es muy bonito convivir, y haber ido a recorrer Durango”. Agregó que fue su primer viaje sola, y descubrió que esto le fascina, por lo que: “viajar y hacer matemáticas siento que fue como un sueño”. Su parte favorita de este tipo de concursos es el camino y necesidad de razonar, de aprender a hacerlo, a conectar ideas.
Morales Govea explicó que, en sus diferentes clases en los distintos grados que ha cursado, se percató que a sus compañeros, en ocasiones, se les dificultaban las matemáticas y le pedían apoyo para entenderlas, eso fue lo que la motivó a buscar actividades relacionadas.
De esta manera, empezó a buscar diferentes concursos a nivel regional, estatal, nacional e internacional; conforme se avanza en los concursos se pasan distintas etapas para escalar en el proceso, así fue como llegó a la Olimpiada Nacional de Matemáticas. Ella se integró hasta el nivel bachillerato, y explicó que si se desea alcanzar un nivel competitivo alto es necesario iniciar en la primaria o secundaria.
“Yo no tuve ningún otro acercamiento a las matemáticas, más que las que me enseñaron en clases. Me gustan porque se me hacen bonitas, y siempre fui muy buena en las tareas, en los exámenes”, comentó la estudiante.
Paola recomienda a los cecehacheros que se involucren en esta clase de iniciativas, porque si se ponen a investigar hay olimpiadas de todo: de gastronomía, economía, filosofía, historia, química, biología; “más allá de la competencia, está bien que se involucren en esto porque te dan una nueva visión del área”.
