La mañana del 9 de agosto no fue la misma para ningún joven recién egresado de la educación media básica. El bachillerato está a la vuelta de la esquina, con la promesa de un nuevo destino y posibilidades. La Generación 2025, surgida del examen que hace la Comipems, fue un hito y un punto de partida.
Entonces, es volver al inicio, al disparo de salida. Es llegar a las instalaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades que serán una segunda casa; sus pasillos y aulas, el espacio común y compartido; los profesores y las profesoras, guías de un proyecto a largo plazo; los compañeros y la familia, los cómplices de los secretos de una vida que se comparte.
Cada generación de ingreso es pionera a su modo. Para los más de 19 mil nuevos estudiantes no será la excepción. Aunque la edad es similar, siempre hay un rostro de alegría distinto; hay deseos y anhelos personales que se convierten comunitarios, que rejuvenecen las instalaciones del CCH, que han recibido a chicos y chicas desde 1971.
Los cinco pilares de la comunidad del Colegio (Azcapotzalco, Naucalpan, Vallejo, Oriente y Sur) abren sus puertas con espacios renovados, materiales educativos ajustados para las necesidades de los tiempos que se viven. El CCH siempre está a la vanguardia de la educación, con un Modelo Educativo innovador.
Las mañanas de agosto pintan sombras distintas por sus claroscuros. Los nuevos cecehacheros llegan a sus planteles acompañados de sus padres, con una sonrisa dibujada o un gesto de alegría. Se miran entre ellos con la expectativa de encontrar en él o ella al interlocutor para el futuro próximo. Entre ellos existe la seguridad de estar sintiendo lo mismo, con sus propios brillos y oscuridades.
La comunidad del CCH sabe de la importancia de pertenecer a este sistema de bachillerato. En las ceremonias de bienvenida en cada plantel se sienten orgullosos, gritan al final de cada evento su primer “¡Goya, Goya, cachún, cachún, ra, ra!” a todo pulmón, levantan el puño en señal de compañerismo, de la unión de ser universitarios.
Los chicos y las chicas saben que vivirán miles de experiencias, entre el arte, las ciencias, los idiomas y los deportes; reforzarán sus conocimientos y adquirirán otros, que provocarán aprendizajes distintos.
Hoy, los jóvenes en México dan un paso hacia su nuevo destino. Hoy, los estudiantes que ingresan al CCH comparten su vocación y deseo por aprender, compartir y crear. Sean bienvenidos, el Colegio está con ustedes.
