PROUNAM II es una prueba diseñada para obtener un perfil de las aptitudes académico-vocacionales del estudiante de bachillerato, que consta de nueve subpruebas de ejecución máxima, es decir, que se contestan con tiempo limitado, explicaron Libia Gómez Altamirano y Alejandro Garrido Hernández, de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE).
De igual manera, es una herramienta que permite al estudiante de bachillerato universitario el autoconocimiento y la identificación de aptitudes e intereses vocacionales; apoya en la elección de materias o del área de conocimiento para cuando cursen el último semestre o año escolar del bachillerato.
En el marco del ciclo de conferencias Jóvenes UNAM, Altamirano y Garrido aclararon que no se trata de un examen de conocimientos ni impacta en las calificaciones. “Tampoco es una bola mágica, pues los resultados reflejan en qué nivel se encuentran las aptitudes y cuáles son los intereses al momento en que se realiza la prueba”.
En este proceso, el autoconocimiento es fundamental, pues en la medida que se conozcan, van a hacer una elección más acertada. Es importante que se den tiempo de revisar aspectos de su personalidad, valores, emociones, además de trayectoria escolar, en la cual se aprecian las materias que más les gustan.
Además de intereses y aptitudes, “es en esta parte donde entra PROUNAM e INVOCA, pues es donde se reconocen cuáles son sus habilidades, conocimientos, aptitudes e intereses; así como qué actividades les apasiona realizar”, entre otros aspectos relevantes.
Tras desglosar cada una de las nueve subpruebas: Aptitud verbal, Aptitud numérica, Ensamble de formas, Discriminación de figuras, Reconocimiento de palabras, Criptogramas, Aptitud mecánica, Uso del lenguaje y Razonamiento, explicaron que PROUNAM II es una prueba periódica que se aplica cada semana y media en la DGOAE.
El registro es a través de correo electrónico a solicitud del interesado, en el Portal de Orientación en: http://innovaoe.dgoae.unam.mx/PortalOAE; Los resultados se entregan 10 días después de la aplicación y no tiene costo para los alumnos de la UNAM.
El examen que se aplica en línea, por medio de cualquier dispositivo electrónico como computadora de escritorio, Mac, tableta o celular, dura entre dos y tres horas, por medio de una plataforma abierta las 24 horas del día.
A los jóvenes les hicieron las siguientes recomendaciones: procurar un lugar sin distracciones, realizar la prueba en un solo momento, responder con honestidad, no aceptar ayuda, y en la parte técnica, desconectar de la red wifi los dispositivos que no se vayan a utilizar, para evitar saturación o señal intermitente, ya que eso podría generar problemas con la página que les impida completar el test y tendrán que volver a empezar.
Por otra parte, pidieron a los estudiantes que al contar con los resultados de la prueba, sea cual sea el resultado, busquen el apoyo de algún orientador para la interpretación del mismo, “ya que su acompañamiento les permitirá no sólo expresar sus emociones respecto a la elección de carrera, sino dialogar sobre sus aptitudes, qué cuesta trabajo y qué áreas de conocimiento les interesan más”.
A veces, expusieron, los resultados parecen claros y los guían hacia lugares que no son los que realmente desean, de ahí la necesidad de que alguien los oriente en la mejor forma de interpretarlo sobre todo, que les “resuelvan dudas y les ofrezcan estrategias de orientación vocacional como talleres, conferencias y eventos, que los apoyen para tomar la mejor decisión”, pues el resultado que obtienen suele ser sólo un punto de partida para definir lo que quieren, convertir en su proyecto de vida profesional, concluyeron los expertos.
