El plantel Vallejo celebró el Tercer Concurso de Teatro Estudiantil en la Sala José Vasconcelos, espacio en el que se presentaron tres obras: Amor en la luna de sangre, escrita y dirigida por el actor Andrés Hernández Pliego; Mujercitas, de Louisa May Alcott, con la asesoría de la profesora Noemí Zepeda y Los Camaleones, de Óscar Liera, asesorados por el maestro Armando Segura.
Amor en la luna de sangre plantea una situación familiar. La madre de Diana y Rosa les comunica que todos cenarán con su novio y deben alistarse. La mayor de las hermanas finge un malestar estomacal para no ir, pues en realidad no le agrada la pareja de su progenitora. Junto con su hermana menor, planean visitar a su padre que vive en Puebla.
Mientras, en Puebla, un joven está desesperado ya que pronto morirá y no ha encontrado al amor de su vida. Diana aparece y recuerda que antes tuvo una relación con este joven. Ante la próxima boda de su mamá, Diana se siente ignorada y sentimentalmente vulnerable, por lo que acepta retomar su relación con el joven de Puebla.
Lo que nadie imagina es que el tiempo corre y el joven novio tiene un secreto que alterará la vida de todos. Es un hombre lobo y durante la luna llena no se puede controlar, hasta el punto de dañar a su propia novia y a su hermana. La historia concluye en un amor para siempre.
Andrés Hernández, de cuarto semestre, platicó que la obra de teatro la escribió, dirigió y actuó en un lapso de dos días: “el grupo estuvo muy presionado, pero lograron un buen trabajo. En octubre del año pasado, nuestra profesora de TLRIID, Itzel Paniagua Luna, nos pidió que hiciéramos una presentación de las brujas, ahí fui su mano derecha en ese proyecto”.
La segunda puesta en escena es una adaptación del clásico Mujercitas, la cual inicia con una escena en la que Jo, Beth, Amy y Meg discuten si irán a o no a un baile de gala y qué ropa vestirán. Las dos hermanas que asistirán lo harán acompañadas de su amigo Teddy.
Mientras Jo y Beth asisten al baile, la hermana menor se enoja y rompe todos los escritos que Jo ha realizado durante mucho tiempo, lo cual provoca un distanciamiento entre ellas. Cuando Jo va a patinar con Teddy, Amy cae al agua helada, pero en su rescate las hermanas se reconcilian.
Teddy se enamora de Jo y le confiesa su amor, pero ella lo rechaza. Amy viaja con su tía a Europa y regresa casada con Teddy, Meg se contagia de escarlatina y fallece. Por último, Jo se convierte en una escritora de avanzada y envía un mensaje poderoso para las mujeres.
Con una escenografía mínima, la historia se desarrolla durante la guerra civil estadounidense y muestra cómo las adolescentes se convierten en mujercitas y afrontan las vicisitudes de la vida.
En entrevista, Luz María Lima, de segundo semestre y quien interpretó a Jo, comentó que ya había leído la novela y le encantó hacer la obra: “no aparecen algunos personajes importantes porque no contamos con más actores. La historia se centró en las hermanas y el vecino, la actuación me llama mucho la atención”.
Mientras, Los Camaleones es una monólogo que aborda la historia de Laura. La obra inicia cuando este personaje sostiene una charla con su papá sobre una condición que la atormenta, pero le asegura que desea hacer una buena tesis y le platica los roces que ha tenido con su asesor. Sin embargo, la confesión más importante es aquella en la que le revela que siempre le han gustado las mujeres y está desesperada porque su amante, Dolores, la amiga que él le conoce, la ha dejado por otra.
Laura le hace preguntas muy directas a su papá sobre su sexualidad y sus relaciones con su mamá. En ese momento, suena el timbre de la casa pero no lo atiende, porque quiere terminar de hablar con él. Después, interrumpe su conversación y llama por teléfono a Dolores, a quien le pide verse; ella le responde y le comenta que fue a su casa pero nadie le abrió la puerta, por lo que regresó pero le confiesa que se reconcilió con su novia.
Mientras Laura habla con Dolores alguien más toca la puerta. Laura atiende y dice: “papá, otra vez olvidaste las llaves, ahorita te abro”. Al regresar a la habitación donde se suponía estaba con él, se revela que era un muñeco con quien hablaba. Laura cierra la obra con una frase: “algún día me atreveré a decírtelo”.
La actuación de la protagonista resalta por su naturalidad. Saraí Pineda, de sexto semestre, compartió que para esta puesta en escena ensayó en casa por un mes, mientras que los ensayos generales fueron en cinco días: “fue un reto para mí porque nunca había hecho un monólogo y es mucho texto por aprender”.
En octubre del año pasado, nuestra profesora de TLRIID nos pidió que hiciéramos una presentación de las brujas, ahí fui su mano derecha en ese proyecto”.
Andrés Hernández
Director de Amor en La luna de sangre
No aparecen algunos personajes importantes (…) La historia se centró en las hermanas y el vecino, la actuación me llama mucho la atención”.
Luz María Lima
Actriz en Mujercitas