La salud es uno de los indicadores más importante del desarrollo humano debido a las repercusiones políticas y económicas que conlleva, ya que el capital humano es trascendental para la estabilidad, crecimiento y desarrollo de una nación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) prioriza la atención de la Salud y bienestar como objetivo número tres dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

¿Qué entendemos por salud? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS): “es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. 

Así pues, la salud es un derecho para todo ser humano. Sin embargo, mujeres y hombres enfrentan diversos problemas en esta materia, aunque existen diferencias entre estas poblaciones. La salud de las mujeres requiere de mayor atención y cuidado por condiciones biológicas y socioculturales que muchas veces la ponen en situaciones de desventaja e inequidad.

Algunos datos que destaca la OMS al respecto son:

  • Las enfermedades cardiovasculares son las que provocan el mayor número de defunciones entre las mujeres. 
  • En lo que respecta al cáncer, el de cuello uterino y el de mama son los más frecuentes, y el carcinoma pulmonar, es la principal causa de defunción.
  • La depresión es más común en las mujeres (5,1%) que en los hombres (3,6%). 
  • Una de cada tres mujeres puede sufrir agresiones físicas y sexuales en algún momento de su vida.
  • Cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.

 

Los mandatos de género establecidos para las mujeres repercuten en el cuidado de su salud. Por ejemplo, con frecuencia cuando están enfermas realizan sus actividades cotidianas a pesar de la debilidad, dolor o cansancio. Asimismo, la mujer se enfrenta al estrés y agotamiento mental por las múltiples tareas y responsabilidades que implica responder a diferentes roles: madre, esposa, hija, hermana, maestra. En ese mismo contexto, es común que las mujeres minimicen los síntomas de una salud inadecuada, por no “parar” o por no decir “no”.  

La salud es un tema complejo por los múltiples factores internos y externos que influyen en ella; por ello es muy importante poner en práctica el autocuidado. Es fundamental acudir con la o el médico ante cualquier anomalía por mínima que parezca, alimentarse nutritivamente, dormir mínimo 8 horas al día, tomar agua natural, realizar actividad física periódicamente y si tienes una vida sexual activa utilizar preservativos seguros. 

¡Lee, infórmate, pregunta para estar bien contigo misma y posteriormente tener un efecto multiplicador en la sociedad!

 

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