Especialista plantea cambiar la visión de que ese proceso biológico devalúa a las mujeres

El ciclo ovulatorio dura entre 28 y 31 días

Especialista plantea cambiar la visión de que ese proceso biológico devalúa a las mujeres

El ciclo ovulatorio dura entre 28 y 31 días
Especialista plantea cambiar la visión de que ese proceso biológico devalúa a las mujeres

“La sangre menstrual es la única fuente de sangre que no es inducida de manera traumática. Sin embargo, en la sociedad moderna esta es la sangre que más se oculta, de la que raramente se habla y que casi nunca se ve”

Judy Grahn

 

La menstruación es solo una fase del ciclo menstrual ovulatorio que dura aproximadamente de 28 a 31 días y que es, además, un signo de salud integral que repercute en todo nuestro organismo, es decir, sin este ciclo, la salud de las personas menstruantes se vería severamente afectado y, al mismo tiempo, refleja que todo vaya bien con nuestra salud en diferentes aspectos, explicó la educadora y consejera en salud menstrual, Emilia Almanza Towgood, quien impartió dos pláticas a la comunidad ceceachera en la sala de conferencias de nuestro plantel —una en el turno matutino y otra en el vespertino—, con el tema “Menstruar es político”.

Durante la menstruación, que dura de 2 a 7 días, se expulsa la capa interna del útero, el endometrio y otras sustancias, evidenciando la ovulación; otras etapas de este ciclo son la fase folicular, la fase lútea y la misma ovulación. A partir de la primera menstruación llamada menarquia o menarca, las personas menstruantes pasarán por este proceso durante 40 años de su vida, hasta que llegue la menopausia, terminando así el ciclo, agregó la especialista en las charlas que sostuvo el pasado lunes 25 de septiembre.

Emilia es integrante de la red de educación menstrual Menstruación Digna-México, y está terminando de redactar los nuevos manuales de salud menstrual para niñas, niños y adolescentes de UNICEF México, que próximamente podrán ser consultados en línea.

El proyecto de nuestra invitada se llama “La Crecida-Educación Menstrual Ecofeminista” y de esa manera lo pueden buscar en redes sociales.

La especialista comentó que, como proceso biopsicosocial, la menstruación implica cuestiones culturales, económicas, políticas y de salud, por lo que es importante implementar políticas públicas para que se tenga acceso gratuito a productos de gestión menstrual (toallas, tampones, copas menstruales), disminuyendo así la brecha económica, debería ser una realidad en todo el mundo, sobre todo en los países del sur global.

También, dijo, debe cambiar la perspectiva de seguir viendo la menstruación, llamada también “periodo” o “regla”, como un acto de higiene, remarcándola como algo sucio y vergonzoso. Otro aspecto importante es el acceso a espacios seguros, limpios, con agua corriente y privados en los centros de trabajo, escuelas, lugares públicos, oficinas de gobierno y, por supuesto, en los hogares. “Estos temas y otros más hacen de la menstruación un acto político y público, no algo privado y secreto de lo que no se debe hablar, al contrario, mientras más se haga le quitaremos el estigma que devalúa a las niñas, adolescentes, mujeres y personas menstruantes a través de la discriminación y los prejuicios negativos que existen a su alrededor”.

La comunidad estudiantil se mantuvo atenta y participativa con preguntas que la conferencista respondió de manera abierta y responsable.

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