En el marco del Día Internacional de los Museos, que se celebró el 18 de mayo, Karen Lourdes Alvarado, quien laboró en el departamento Educativo del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), compartió su experiencia en ese recinto, las áreas que lo integran, la vinculación que busca con sus visitantes, la situación que se vivió durante el confinamiento y cómo estos espacios se han transformado para ser inclusivos y compartir y crear comunidad.
En la charla “El Poder de los Museos”, Alvarado destacó el aprendizaje que adquirió en este recinto, al que llegó para hacer su servicio social como mediadora, y donde tuvo la oportunidad de marcar diferencia entre guía y mediación, porque en ésta, acotó, “buscamos dialogar con los visitantes y desde ahí fue un cambio total”.
Saber que vas a compartir con el visitante y a tomar en cuenta todo lo que pueda decirte, nutre la percepción de una pieza o la experiencia de visitar un museo, eso hace que el empoderamiento sea diferente, consideró al destacar que el poder de un mediador es “crear un vínculo entre la pieza y el visitante, qué le atrae o percibe, es muy importante, porque creemos que ir a un museo es escuchar lo que dicen y ya, pero también se crea un vínculo y una interacción”.
Orgullosa de todo lo que ha vivido en el recinto, señaló que el aprendizaje ha sido desde la perspectiva de enfrentarse con el visitante, aunque hay toda una preparación previa al conocer al artista, la curaduría, la museografía, etcétera su estancia en el MUAC le hizo darse cuenta de que había otra forma de acercarse a los museos, no de la manera tradicional de ir y que te den información, sino que realmente haya un vínculo.
La impartidora de cursos y talleres aseveró que uno de los propósitos de los museos es crear comunidad y habrá temas que llamarán más la atención que otros. “Los públicos son diversos, hay muchas personas que no se animan a preguntar, por ejemplo, por qué esto es arte o cuál es la intención del artista, cuando el visitante cuestiona, se empodera al obtener más información que las fichas descriptivas o las cédulas, lo que le provoca curiosidad y visita el museo de forma activa”.
Por ejemplo, dijo, en la exposición de Carlos Cruz Díez todo era sobre colores e ilusiones ópticas y tuvo mucho público; “he observado que la gente llega de una forma y sale transformada, cualquier exposición te produce ese efecto, de construir o adquirir conocimiento”.
Entonces, el conocimiento es parte de lo que observas, escuchas y compartes, se vuelve dinámico y se pretende la reflexión, todos los museos buscan que además de la realidad cotidiana, se pueda reflexionar sobre ella.
Respecto a las partes que conforman un museo, mencionó la bodega, donde está la obra que forma parte de su colección, y el área de restauración; hay muchísimas personas que trabajan para que una exposición suceda.
“Me tocó ver cuando se iba exponer el mural de Manuel Felguérez, era gigantesco y todo de metal, tardaron mucho tiempo en montarlo, se trabajó y se montó, todo el trabajo previo es impresionante”.
México es uno de los países con mayor número de museos en el mundo, con más de mil 25 recintos, con temáticas diversas como Historia, Arte, Arqueología o Ciencia y de corte comunitario. Estos espacios no sólo integran a artistas, también a talleristas, archivistas, diseñadores, investigadores, mediadores, filósofos, comunicólogos, en un gran equipo multidisciplinario.
