Desde hace cinco años, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNESCO alertaron sobre el desarrollo de una pandemia de depresión, en menos de una década, que invalidaría a muchos seres humanos en su vida diaria; el llamado de atención involucraba generar condiciones para una cultura del cuidado de la salud mental, particularmente dirigido a los niños y los adolescentes.
Porque “sin salud emocional, la vida no tiene sentido”, y hoy, de frente a otra pandemia, y sus consecuencias inmediatas de miedo, de muerte, de cambios en la manera de vivir, aunado a aspectos de inseguridad, violencia, crisis económicas o sociales, y otros agentes, adquiere mayor énfasis el dar herramientas, estructura orgánica y emocional a la cual puedan recurrir los jóvenes cuando lo necesiten, apuntó Ángel Mayrén Rodríguez, de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM.
Y es precisamente éste el cometido que impulsa el Programa Embajadores de la Salud Emocional, producto de la colaboración de la Secretaría General de la UNAM y la Dirección General del CCH, que tiene como objetivo fortalecer el tejido social de la Educación Media Superior, a través de charlas, conversatorios, actividades artísticas, físicas y lúdicas que fomenten el conocimiento sobre sí mismos y la sana convivencia, y que en próximas fechas se llevarán a cabo en los planteles Azcapotzalco, Oriente y Sur.
En este proceso, explicó Mayrén Rodríguez, un sector sumamente importante, médula en la transmisión del conocimiento, son los profesores, ya que tienen el primer contacto con los jóvenes. Por lo que debemos poner atención especial en ellos, pues son los embajadores de la salud.
“Hay que atenderlos, procurarlos, abrazarlos, estar con ellos hombro a hombro para que sean embajadores capacitados y puedan identificar y canalizar a los jóvenes y evitar con ello las adicciones, suicidios, que se han incrementado de manera alarmante; que no caigan constantemente en depresiones por las mismas presiones y el estilo de vida que llevan por mucho tiempo”, exhortó.
La otra pandemia
Señaló que se ha mostrado que existe una gran deficiencia del conocimiento de las emociones, y no se puede cuidar lo que no se conoce. “Los embajadores es un programa exclusivo para el CCH; gracias a la sensibilidad de su director general, Benjamín Barajas Sánchez, que considero que a través de los encuentros de ciencias, artes y humanidades se ofreciera un programa que impactara positivamente” a corto, mediano y largo plazo en este aspecto.
Y en esta iniciativa participan expertos de la Universidad, de las facultades de Psicología, de Medicina, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, los institutos de Investigaciones Sociales, Jurídicas, la FES Iztacala, y otros, es decir, un perfil multidisciplinario para poder transmitir tanto a los profesores y alumnos una idea integral del conocimiento de la salud emocional, afirmó.
Los profesores
En este sentido, consideró importante acompañar a los profesores, que hoy se enfrentan a una nueva dinámica educativa y pedagógica a distancia, a que conozcan sus emociones, y que vean también que los muchachos viven en condiciones difíciles.
Pues, explicó, son los docentes los embajadores y hay que darles capacitación para que identifiquen qué estudiante trae problemas de depresión, alcoholismo, drogadicción, de violencia intrafamiliar, y después canalizarlos a las áreas correspondientes. Es fundamental que cada plantel tenga su clínica de salud emocional que atienda a profesores, alumnos y personal de base.
“Le hemos puesto atención a los chicos, pero nadie le ha puesto atención a los profesores, cuando ellos reciben una carga fuertísima de emociones porque tienen la responsabilidad de dar clases. Como institución debemos abrazar a los profesores, estar con ellos”.
El programa incluye el taller para los profesores Cómo ser un embajador de la salud emocional, que imparte la doctora Dorina Celis Trejo y que busca reflexionar sobre las emociones, el balance de vida y el resignificado de su rol en la transformación estudiantil y social, así como promover la generación de redes de apoyo para impulsar el desarrollo de los estudiantes mediante el fomento del autoconocimiento y la detección de riesgos psicosociales.
Temáticas
Con la actual situación de la pandemia, indicó, se ha visto trastocado el cómo aprender, cómo manejar el tiempo, cómo vivir este momento y otros. Los especialistas hablan de las condiciones en que se vive y de las emociones que están pasando, pero también de cómo aprovechar los espacios y aprender a estar consigo mismo, para después estar con los demás.
También se atenderá la educación integral de la sexualidad, que es parte de la salud emocional, éstos y otros temas se abordarán en las próximas ediciones de los Embajadores de la Salud Emocional que se llevarán a cabo en los planteles Azcapotzalco, el 18 y 19 de noviembre; en Sur, el 11 y 12 de noviembre, y en Oriente está aún por definirse, refirió.
“Estamos poniendo atención a un sector importante de la población universitaria que es el profesor. Es fundamental para transmitir el conocimiento que mantengan una salud emocional plena, ya que muchos de ellos son ejemplo de vida para los chicos”, finalizó.
