La docencia es para muchos un estilo de vida. Ésa es la convicción de Víctor Martínez Gallardo, quien cumplió 41 años impartiendo matemáticas en el plantel Naucalpan.
En entrevista, el profesor compartió parte de sus experiencias en cuatro décadas. “Estaba a punto de concluir la carrera cuando vi un anuncio en el que requerían profesores para el Colegio de Ciencias y Humanidades; me interesó, pasé el examen filtro y me quedé”.
Martínez Gallardo recordó que para llegar al plantel tenía que tomar un camión en Tacuba y caminar mucho, ya que “no había transporte público directo. Entrábamos por la parte trasera de las canchas… Era pura terracería y no había barda”. Así, desde 1979 ha observado los cambios generacionales y hoy representa una de múltiples historias de vida que conforman los cimientos del CCH.
Sin embargo, sabe que los estudiantes son la esencia del CCH: “Los alumnos están al centro de nuestra atención. Les hago ver que las matemáticas no son difíciles, pero es necesario reforzar cada nuevo concepto varias veces”.
En el marco de la pandemia, el docente eligió la plataforma Teams para impartir sus clases. “Lo importante es que los alumnos piensen y razonen cada concepto; sobre todo que analicen lo que se les pregunta y lo que hay que resolver”.
Martínez Gallardo está convencido de que el Modelo Educativo del Colegio sigue vigente: “El estudiante aún se cuestiona, medita sobre los conceptos que se están enseñando, busca información. Se fomentan los principios de aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser”.
Como todo profesor, tuvo que adaptar su material didáctico para las sesiones en línea, incluso trabaja con un pizarrón virtual que facilita la enseñanza-aprendizaje. No obstante, el rendimiento es menor que en sesiones presenciales.
También pondera la labor tutoral: “Fui tutor durante cinco años y fue muy gratificante. Todo profesor debería de fungir como tutor de sus alumnos, para motivarlos y hacer que logren sus metas”.
