Ciclo Escuela para Padres

Ciclo Escuela para Padres

El abandono ha crecido durante la pandemia

Ciclo Escuela para Padres
El abandono ha crecido durante la pandemia

Para evitar el abandono escolar “hay que tratar de que el estudio sea atractivo, cubrir necesidades básicas, aprender diversos temas, no quedarse únicamente con lo que obtenemos de la escuela, estimular el desempeño académico y favorecer buenos ambientes para una reinserción en caso de haber tomado esa decisión drástica”.

Lo anterior fue expuesto por la psicóloga Sara Cruz Velasco durante su participación en el ciclo Escuela para Padres, de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE),  donde sugirió “evitar en lo posible suspender los estudios, que esa salida sea la última, a pesar de todos los factores que influyen para tomar esa decisión”. En ese sentido, resaltó los elementos que podrían ayudar a evitar la deserción, como el acompañamiento académico desde los primeros años escolares hasta la licenciatura.

Lamentablemente, subrayó Cruz Velasco, este fenómeno se ha hecho mucho más fuerte durante la pandemia: “Todavía no se cuantifica al cien por ciento el impacto del abandono. A veces pensamos que cuando los adolescentes y jóvenes abandonan la escuela es por culpa suya, porque no le ‘echaron ganas’ o no tenían claras sus ideas sobre qué hacer”.

La escuela, resaltó, “es un elemento muy importante que marca nuestra vida, porque favorece la inserción como ciudadanos, para que como adultos interioricemos una serie de cuestiones que nos permitan convivir adecuadamente en la sociedad. En las edades muy tempranas tiene un papel sumamente relevante, porque no se trata sólo de que el alumno vaya y aprenda algo, sino que contribuye al desarrollo (físico, intelectual, el afectivo-social, moral) en general de los futuros ciudadanos”.

Este problema es histórico, señaló la académica y orientadora: “Existe en nuestro país y en América Latina, y está asociado al concepto ‘mayor pobreza, mayor abandono escolar’. La persona que suspende sus estudios tiene otras prioridades en su vida, eso podemos apreciarlo en México; por ejemplo, niños que a temprana edad están trabajando y no van a la escuela”.

Y prosiguió: “Se ha estudiado que las personas que dejan la escuela son más susceptibles de condicionar desfavorablemente su futuro, en el sentido de los ingresos. Eso impacta en la familia. En algunos casos está asociado al desempleo. Niños y jóvenes son susceptibles de ser captados por la delincuencia, por eso es tan importante trabajar en pro de la permanencia escolar. En esto la escuela y la familia tenemos mucho que hacer”.

Se considera que las causas del abandono, continuó, son multifactoriales, de tipo social, cultural y económico que confluyen en un momento dado para que se presente esta situación, que puede ocurrir desde la primaria hasta los estudios profesionales.

La maestra en Enseñanza Superior sostuvo que, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública, entre las conductas de riesgo en los adolescentes que son motivo de abandono escolar están identificadas el consumo de drogas, conductas de riesgo sexual, depresión que puede llegar al suicidio, riesgo asociado a los pares con quienes han convivido y el uso inadecuado de internet.

En la medida de lo posible, reiteró, hay que evitar que alguien suspenda sus estudios: “Cuando un joven ya no quiere estudiar hay que explorar qué pasa, no pensar que es un flojo, a veces la decisión involucra a la escuela y a los padres. En ocasiones la suspensión es temporal, pero las estadísticas dicen que la mayoría no regresa. El abandono escolar se puede predecir”. 

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