Fabiola Villela Cortés, bióloga por la Facultad de Ciencias de la UNAM, se mostró preocupada por los alcances de la IA, ello al exponer el tema “La Ética en la Inteligencia Artificial”, como parte de las actividades de la Jornada de Filosofía Práctica 2023.
“Las reflexiones que podemos hacer desde la filosofía hacia estas aplicaciones son cada vez más importantes, sabemos que la relación entre el individuo y la tecnología se vuelve cada vez más estrecha, no es simplemente una herramienta, se ha convertido, de una u otra manera en una extensión integral de la forma como nos relacionamos con otros seres humanos”, explicó.
Esta fusión entre el hombre y las máquinas, subrayó, genera preguntas éticas y filosóficas que cobran relevancia crucial.
“¿Hasta qué punto debemos permitir que la tecnología influya en nuestra condición? ¿Cuáles son las implicaciones del uso y desarrollo de IA? ¿Cómo pretendemos atribuirles responsabilidades cuando las decisiones son tomadas por algoritmos complejos? ¿Cuál es el papel gubernamental de la regulación de estas tecnologías?”, agregó la profesora de la ENES Mérida.
Asimismo, explicó que cuando nos referimos a los problemas éticos del uso y desarrollo de la IA, nos lleva a las preguntas ¿para qué queremos desarrollarla? ¿Qué tengan o desarrollen sentimientos y conciencia?
“Una de las principales preocupaciones al preguntarnos que hagan qué, es lo que ya estamos viendo, que realicen trabajos de una o de otra manera y que los seres humanos no quisiéramos en un primer momento, porque estos sistemas de IA nos rebasan”, observó la doctora en Ciencias Médicas Odontológicas y de la salud.
Recordó que en 2018 Robert Julian Borchak fue arrestado erróneamente tras ser identificado por un software de reconocimiento facial.
“No es la misma visión de los ingenieros, que diseñan estas aplicaciones, que los filósofos, es un buen momento para analizar qué está pasando y reflexionar que la IA no puede resolver problemas que no le tocan”.
La lógica en la Filosofía
En tanto, en la mesa 5 de Lógica y Argumentación, Ricardo González, del plantel Sur, expuso el tema “Pensamiento Crítico, Lógica y aprendizaje de la Filosofía”, después de presentar conceptos de varios escritores, definió al pensamiento crítico como una forma adecuada de pensar, es un tema que se ha desarrollado mucho, es una pedagogía, una forma de desarrollar el aprendizaje y está inmersa en todas las disciplinas, en la Filosofía veo una relación con la lógica, aseguró.
¿Cómo es un pensador crítico? Razona, infiere, crea y evalúa argumentos, encuentra explicaciones y resuelve problemas. Es reflexivo, observa su propio proceso, corrige sus errores. Analizar argumentos, encuentra falacias, desarrolla la imaginación, darle al estudiantado estas herramientas es fructífero, son estrategias que se desarrollan a partir de la lógica y la argumentación, hay una fuerte relación entre lógica y pensamiento crítico, que lo podemos desarrollar en el aula, plantearles problemáticas a los estudiantes en los que están insertos y poder desarrollar este tipo de pensamiento, señaló.
Por su parte, el profesor Alfonso Rojano, licenciado en Filosofía por la UAM Iztapalapa, participó con el tema “El desprecio de Quine por la lógica Modal”.
“Existe un contexto con la lógica Modal, si hacemos un rastreo histórico, sería Aristóteles el principal precursor en este tipo de análisis. Es hasta el siglo pasado cuando se empiezan a lograr tener todas estas paradojas con nuestra queridísima implicación material, todo este tipo de paradojas nos lleva a todo tipo de problemas, porque si el antecedente es verdadero, el consecuente es falso y no importando el consecuente nos puede dar verdadero”, indicó.
Christopher García, del plantel Sur, pasante de maestría en la FFyL, planteó ¿Es compatible el Modelo Educativo del Colegio con la Olimpiada Internacional de Lógica?”, donde señaló:
“creo que atravesamos una coyuntura importante, la revisión de los programas de estudios, no digo que sea necesario que regrese la Lógica como se enseñaba antes, ya tuvimos una experiencia y las repercusiones negativas deberían ser una enseñanza, pero también para fortalecer la enseñanza integral del estudiantado y sus habilidades argumentativas”, expresó.