El Colegio tiene una gran tarea en cuanto a identidad y equidad de género relacionadas con la Educación Física y el deporte, ya que históricamente ambos conceptos se refieren a un mundo predominantemente masculino, donde la fuerza, el rendimiento y otros aspectos de la “virilidad” se ven reflejados y además son parte de sus exigencias.
Lo mismo sucede en cuanto a los roles de cada una de las actividades de Educación Física y deportivas que se llevan a cabo en el Colegio; por ejemplo, en el futbol (juego de varones), donde las mujeres poco a poco van ganado terreno, aunque primero han aguantado los prejuicios y la discriminación por romper con los estereotipos y que además lo utilicen para agredirse entre varones, cuando una chica juega mejor que ellos y señalan: “uyyyy, te burlo una vieja”.
De igual forma en la Educación Física se continúa fomentando las masculinidades con actividades en las que requieren demostrar su virilidad, y se deja de lado las feminidades, lo que se refleja en el tiempo libre de la sesión, donde los chicos continúan jugando y la mayoría de las chicas se retiran o prefieren realizar alguna actividad que no requiera esfuerzo físico.
Cuestión de todos
Pero entonces ¿qué debemos hacer las y los profesores de Educación Física? Essomba y Baraindica (1999), dicen que la Educación Física debe cumplir con tres funciones para atender a la diversidad: la primera, que debe ser transformadora, refiriéndose principalmente a los cambios de creencias y valores de las y los profesores, lo que permitirá mayor flexibilidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En segundo lugar, debe contar con una función de control del proceso, es decir, que los propósitos planteados tengan suficiente apertura para lograr una buena retroalimentación del quehacer docente.
Para terminar, es importante que cuente con una función prospectiva que le permita la inclusión de todas y todos los estudiantes, transformando con ello la planificación y el plan de estudios, además de que, como sabemos, la Educación Física también desarrolla a las y los estudiantes en diferentes ámbitos, como el cognitivo, personal, social y afectivo, entre otros.
Como educadores y educadoras físicas debemos enfocarnos en el cumplimiento de un cometido crítico, transformador y de empoderamiento por medio de las sesiones de Educación Física y en las disciplinas deportivas, por lo que es muy importante contemplar las siguientes sugerencias:
- Evitar en todo momento estereotipar, ya sean ejercicios o deportes.
- Utilizar un lenguaje neutro e inclusivo, no sexismo.
- Eliminar imágenes sexualizadas.
- Incrementar la incorporación de las mujeres en las actividades que promueve el departamento de Educación Física.
- Incorporar la perspectiva de género en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje.
- Reconocer la perspectiva de género e incorporarla en nuestra vida docente.
- Generar actividades de sensibilización.
- Responder a la igualdad de género procurando respeto a las diferencias.
Lograr una equidad de género en el Colegio es tarea de toda la comunidad escolar, pues es importante manejar un mismo lenguaje y códigos de respeto, inclusión y no discriminación. Comentarios y sugerencias al Departamento de Educación Física, plantel Oriente, con la maestra Margarita Delgado Pérez y la doctora Azucena Barba Martínez.
