La investigación es un movimiento natural del espíritu humano, pero adquiere fuerza con la escritura, cuando transmitimos nuestra experiencia la cuestionamos y la resignificamos individualmente y en colectividad.
Ese pensamiento se puede transmitir por vía oral o escrita, y en el CCH hay tantas oportunidades para influir en la práctica docente, mejorarla y así contribuir a que las cosas mejoren en nuestra institución, en nuestra Universidad, que quiere decir el país.
Lo anterior fue expresado por Lilian Álvarez Arellano, del Instituto de Investigaciones Filológicas, al dirigirse a la comunidad del CCH a través de la conferencia “De la escritura a la docencia y de la investigación a la escritura”.
En su presentación, Álvarez Arellano expuso que la escritura y la docencia están unidas. Resaltó que la investigación es una capacidad del ser humano que está ligada a la escritura y a la docencia.
“Desde la antigüedad se vinculó la escritura a la docencia, y tiene larga tradición en México. De hecho, con la aparición de la enseñanza de la Educación Media Superior surgen publicaciones donde maestros y alumnos discuten las distintas maneras de enseñar”.
Sobre el proceso de la investigación educativa que realizan los docentes en el aula, comentó que éste empieza por una introspección y la observación participativa: “El que observa es parte de lo que se observa. Esto se usa para tener una idea propia del trabajo y de autorregulación. No obstante, la tarea de la docencia ofrece pocas oportunidades para contrastar puntos de vista debido a su alta demanda”, indicó.
No obstante, esta situación no se comparte en el CCH, donde sí hay modos de contrastar ideas, a través de coloquios, congresos, entrevistas y muchas oportunidades para publicar, “más de lo que nunca he visto en un sistema medio superior”.
Recalcó que el fundador el Colegio, el doctor Pablo González Casanova, fue conocido por su interés en el trabajo interdisciplinario, en la investigación, la transdisciplina y “puso de sí en el ADN del CCH”.
La investigadora recordó que los primeros profesores impulsaron la investigación y la escritura en sus diversas formas en los talleres: “Los docentes del CCH tienen que ser escritores e investigadores”.
Importancia de la investigación
La doctora en Filosofía reconoció que con la pandemia se hizo visible la relevancia y la capacidad que tienen las instituciones para la investigación en aspectos como la manera de comunicarse con los alumnos, cómo darles clase, posibilidades tecnológicas, métodos educativos, formas de evaluación, las maneras de evitar la deserción escolar, o la certidumbre sobre el valor de la escuela.
En este sentido, el CCH y la UNAM dan oportunidades de trabajo colegiado, el cual también cambió con pandemia, como son foros de análisis, entrevistas, charlas, conferencias y publicaciones; sobre esta última, la ponente se dijo sorprendida y maravillada por la cantidad que tiene el CCH.
Asimismo, enumeró algunas publicaciones como Gaceta CCH, descendiente directa de Gaceta UNAM, de Henrique González Casanova, medio que informa las noticias importantes para la comunidad y “tiene una presentación visual y una agilidad realmente notable”.
Destacó las ilustraciones, la calidad de los textos y los temas variados de la revista Latitudes CCH; de las dedicadas a la ciencia y docencia, como son Consciencia y Ergon, las cuales tienen “una amplísima participación de los docentes”. En este tenor también está Enseñar y aprender literatura, “que lleva la discusión de manera muy profesional y abierta”.
Por su parte, indicó que Eutopía incluye diversas secciones sobre análisis del proceso de enseñanza-aprendizaje, de las experiencias con los programas institucionales del Colegio, e incluye textos de alumnos.
Resaltó que Cecehachera, revista estudiantil digital e interactiva, tiene el fin de escuchar a los jóvenes del Colegio, desde la palabra escrita, la creatividad visual y plástica que desarrolla. Se promueve el respeto, el fomento de una red multicultural y multidisciplinaria y colaborativa.
Consideró valiosísima la Colección Ensayos sobre Ciencias y Humanidades, y muy loable La Academia para Jóvenes, donde académicos del más alto nivel del país escriben textos para la comunidad del CCH, dejando atrás la actitud del especialista y buscando la comunicación con el nuevo lector.
“Hay tantas posibilidades para expresar y comunicar y validar de alguna manera eso que estamos aprendiendo y pensando, reflexionando y que es en la intersubjetividad donde finalmente tiene un peso, valor, un uso, y una validación”.
Por último, la especialista afirmó que se cuenta con las estructuras: “Ojalá todos los docentes aprovecharan la posibilidad de sacar, de dar a conocer esa investigación que hacen todos los días, de diferentes maneras y niveles, sobre su propia práctica”.
