Ediciones del Colegio, en coloquio de poesía

El huerto de las tentaciones

Presentan libro de Textos en Rotación en esta jornada internacional de letras

El huerto de las tentaciones
Presentan libro de Textos en Rotación en esta jornada internacional de letras

En el marco del Tercer Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía, se presentó el libro El huerto de las tentaciones/El pentagrama eléctrico, de Salvador Gallardo, editado por el Colegio de Ciencias y Humanidades, en la librería Rosario Castellanos, del Fondo de Cultura Económica.

En la presentación, Salvador Gallardo Cabrera agradeció al director general del CCH, Benjamín Barajas, y al secretario de Comunicación Institucional, Héctor Baca, por el interés en publicar la poesía de su abuelo, quien fue un destacado representante del estridentismo, movimiento de vanguardia literaria de principios del siglo XX.

“Héctor Baca supo que Salvador Gallardo había escrito antes de El pentagrama eléctrico, que es de 1925, El huerto de las tentaciones, y este es un libro que tiene la magia y engaste del mito, porque es un volumen que durante la Revolución, 1917 o 1918, la imprenta donde se iba a editar fue incendiada. Este es un libro escrito por un joven Salvador de 24 años, quien recién llegaba a la Ciudad de México y en medio de una guerra civil”, dijo Gallardo Cabrera.

El nieto del poeta estridentista dio una breve semblanza de su abuelo, e hizo énfasis en la participación del autor en el movimiento revolucionario, al reconocer que Gallardo fue el único de los integrantes de este movimiento literario en participar en la revuelta armada. Además, recordó que fue contemporáneo de poetas como Ramón López Velarde, Manuel Maples Arce, Arqueles Vela y Fermín Revueltas.

“Vivió episodios duros, su padre murió de tifo, y al atender a la gente en San Luis Potosí, el propio Salvador Gallardo se contagió de tifo y estuvo en un cuarto junto a 300 muertos o desahuciados. Participó en la Revolución como médico y tirando bala. Salvador Gallardo creyó que la revolución también tenía un destino estético, y esto último es uno de los pilares del trabajo de los estridentistas”, dijo.

Al hablar de las influencias literarias del poeta nacido en 1893, es obligatorio mencionar a Ramón López Velarde, Leopoldo Lugones y Julio Herrera y Reissig, poetas que se consideran posmodernistas, quienes habían dejado atrás las influencias de Rubén Darío y Amado Nervo.

“El huerto de las tentaciones es un libro de sonetos de amor y erotismo, escrito en medio de una guerra civil. Se mantienen arabescos modernistas, pero ya no es el modernismo de falsete, se redujeron los aspavientos oratorios, los ritmo hinchados, también se redijeron las aliteraciones por las que eran tan famosos los modernistas”.

“En este libro ya hay ruptura con el último Nervo. Las atmósferas del libro se transparentan, en algo ligero y aéreas. Todos los sonetos están trenzados por las corrientes eróticas y fisiológicas. Este libro hace imágenes visibles y compartibles, distanciadas de esa atmósfera densa y oscura de Baudelaire”, agregó el también poeta y docente.

Gallardo Cabrera ahondó en la estructura de los poemas que componen El huerto de las tentaciones al decir que no son sonetos, no son unidireccionales, no está fijo en una forma, sino que está disparado en varios sentidos, además hay una paleta de colores de los impresionistas, en vez que al monocronismo de los poetas mexicanos. Asimismo, aparecen los espacios radiantes de la ciudad sensorial, que es uno de los grandes descubrimientos de los poetas estridentistas.

“Este libro editado por el CCH es una enorme contribución para quienes deseen conocer más no sólo de Salvador Gallardo, sino del estridentismo, pues contiene tanto El huerto de las tentaciones, que apareció en 1917, como El pentagrama eléctrico, de 1925, y por tanto podrá hacer el recorrido de uno al otro”, dijo Gallardo.

Además, leyó los poemas “San sátiro”, “Mensajeras”, “Tebaida”, “Conjunción”, “Halo lunar”, “Simbólico espejo”, “Fruto clemente”, “Pentagrama”, “Jardín”. En la presentación también estuvo presente Fernando Salazar Torres.

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