Desde hace 18 años en el plantel Oriente se celebra la Expo Ajolote, actividad que busca impulsar las acciones de conservación de esta especie endémica que está en peligro de extinción, por lo que en la edición 2023 decenas de estudiantes mostraron su interés para apoyar en el cuidado de este anfibio.
Durante su mensaje inaugural, Benjamín Barajas Sánchez, director general del CCH, destacó la importancia de que los alumnos conozcan esta especie emblemática de México, la cual es estudiada por el área de Medicina a nivel mundial.
“Quiero celebrar que este proyecto hermana a los cinco planteles del Colegio, pues hay experiencias también en Vallejo y Naucalpan. Esperamos sumar más esfuerzos por esta noble causa, no olvidar a la vaquita marina, aunque queda muy lejos de nuestras posibilidades; si este esfuerzo se arraiga en la formación de los estudiantes, seguramente contribuirá a que tengamos un mejor ambiente”.
En su intervención, María Patricia García Pavón, directora del plantel, reconoció a los profesores pioneros en el proceso de conservación de la especie Ambystoma mexicanum, así como su apoyo para difundir, promover el cuidado del ambiente y la conservación de las especies.
“Es un placer darles la bienvenida a esta 18ª Expo Ajolote, que año con año despierta el interés y la curiosidad de los jóvenes por aprender y conocer la especie”, dijo la docente. Asimismo, comentó que esta exposición es un espacio abierto al conocimiento, aprendizaje y la generación de vínculos transdiciplinarios.
La directora comentó que también se busca promover vocaciones científicas, integrar al alumnado a proyectos de investigación sobre el ajolote, su hábitat, alimentación, conservación y su proceso de reproducción. En ese sentido, destacó que este trabajo ha sido posible gracias al compromiso de los profesores que conforman el grupo Axolotl de Oriente.
Inicio del proyecto
Por su parte, la académica Leticia Alonso Montecinos recordó que hace 18 años un grupo de profesores inició este proyecto para el mantenimiento de una colonia en cautiverio del ajolote mexicano, especie emblemática y en peligro de extinción.
“Dos fueron los propósitos: apoyar algunos contenidos de aprendizaje de los programas de Biología, fomentar el interés por la ciencia y la investigación científica entre nuestros alumnos; por otra parte, crear conciencia y promover la educación ambiental hacia la conservación de una especie única, su importancia médica, científica, ecológica y cultural”.
En ese sentido, la bióloga calificó como nutrida la participación de profesores y alumnos en la exposición: “Nos hemos visto favorecidos, a través del programa Infocab, para desarrollar una ampliación del proyecto, llevar a cabo un intento por preservar una colonia de ajolotes en un ambiente de montaña en Puebla”.
En tanto, Emilio Román, integrante del programa, explicó que la finalidad del proyecto es que el alumno refuerce y profundice en algunos contenidos y aprendizajes del programa de Biología IV, referente al ajolote mexicano como parte de la biodiversidad del país.
Trabajos para la conservación
Alonso Montecinos indicó que al principio en la Expo Ajolote se mostraba cómo podía sobrevivir este anfibio, por lo que ahora ya es famoso: “Fue un proceso de ensayo-error de años y claro que se nos morían, hasta que logramos que en una puesta de huevos sobrevivieran; así fuimos aprendiendo, tenemos criadero en nuestra casa, quisiéramos que fuera aquí en el Siladin”.
Asimismo, destacó algunas dificultades, como el hecho de que los ajolotes no pueden estar sin comer: “los adultos podrían soportar un fin de semana en la escuela, pero los pequeños no. Además, ambos requieren aire acondicionado que no tenemos, porque aquí hace mucho calor”.
Sin embargo, gracias los esfuerzos constantes, ahora se tienen “aproximadamente 40 adultos, pero hemos tenido hasta 500. Algunos los donamos a Chapultepec y a otros lugares, todo esto implica dinero, tiempo, esfuerzo y apoyo de otras personas, además del gasto de agua y luz, que es tremendo”, dijo.
La profesora resaltó que se contabilizan hasta 5 mil visitas cada año: “Al principio no es tanta la conciencia, les atrae el animalito y al estar aquí les damos información para que tomen conciencia, que no lo compren, que sepan de la importancia médica del ajote y no alteren su sistema cuando visiten Xochimilco”.
Por último, remarcó que es una especie que no puede criarse como un pez: “son más delicados y se puede caer en errores, por ejemplo, son de agua fría, sin cloro. Se tiene que invertir tiempo para conocerlo. Tiene su metamorfosis cuando pasa a su etapa adulta y cuando es una salamandra ya no les gusta, los quieren tener en el agua, pero el animalito quiere estar en la tierra porque es anfibio”.
Ambystoma mexicanum
Es un anfibio de tipo neoténico (conserva un tipo de estadio larval durante toda la vida).
Pertenece a la Familia Ambystomatidae. El cuerpo está organizado por cabeza, tronco y cola. Tiene 4 extremidades. La piel es de color blanco y las branquias son de color rosa oscuro. Es perennibranquiado. Tiene dientes.
Nutrición: Es carnívoro, se alimenta de huevos de invertebrados, larvas, gusanos, etc.
Hábitat: Ambiente acuático.
Distribución: Es endémico de México.
Locomoción: Nada y camina.
Reproducción: Su reproducción es sexual.
Adaptación al entorno: Comparte las características generales de los anfibios. Esqueleto interno óseo. Piel glandular. Tiene corazón tricameral, compuesto por 2 aurículas y 1 ventrículo. Como otros ajolotes (perennibranquiados) puede sufrir metamorfosis en la cual pierde las branquias y desarrolla pulmones para vivir en el ambiente terrestre.
Fuente: http://elbibliote.com/resources/animales/ficha.php?id=515
