Si bien el consumo de tabaco es socialmente aceptado, pese a restricciones como no fumar en lugares cerrados, en presencia de menores de edad, adultos mayores o mujeres embarazadas, o en recintos educativos, entre otros, muchas personas inician su consumo o lo mantienen al considerar que es poco perjudicial para la salud, señaló la profesora y psicóloga Edith Chávez Vizuet.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, la docente enfatizó que de la población de 12 a 65 años de edad en México, cerca de 14.9 millones eran considerados fumadores actuales –3.8 millones mujeres y 11.1 millones hombres–, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco realizada en 2016-2017.
Asimismo, la estadística arrojó que 5.4 millones de consumidores reportaron fumar diario y 9.5 millones de forma ocasional, por lo que el promedio de cigarros diarios entre los adultos fue de 7.4 al día.
Pese a esta información, dijo, la edad promedio cuando las personas inician su consumo es a los 14.3 años, quienes al día fumaban 5.8 cigarros, y entre los principales motivos se pueden considerar dos: por imitación y por curiosidad.
“Quizá al inicio fumen uno o menos de un cigarro y le adjudicarán ciertos ‘beneficios’, entre ellos, ‘me relajo o desestreso’, ‘solo así siento que despierto’, ‘no me siento solo’”, aseguró la docente.
Además, recordó que, para obtener el mismo efecto, el fumador aumenta su consumo de tabaco y, con ello, incrementan los daños al organismo; “algunos son perceptibles como disminución en el olfato y gusto, el agotamiento o falta de aire en actividades o tos repentina”, dijo.
Por lo anterior, comentó que, sin percibirlo, “aumenta el riesgo para desarrollar algún tipo de cáncer o problemas de corazón; tu ropa, tus cosas e incluso tu sudor huele a tabaco, tu piel empieza a resecarse y presentar arrugas prematuras, pueden aparecer manchas amarillas en dedos, uñas, dientes; te irritas con más facilidad”.
Ante esta circunstancia, resaltó que en México cerca de 118 personas mueren al día por alguna complicación relacionada al consumo de tabaco, lo que implica más de 43 mil muertes al año que se pueden evitar; sin considerar a aquellas personas que son expuestas al humo de segunda o tercera mano del tabaco.
Por eso, Edith Chávez Vizuet recalcó que dejar de fumar genera beneficios a la salud que se pueden observar. Como ejemplo, dijo que a los 20 minutos la presión arterial y el ritmo del pulso se normalizan. “A los cinco años de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer o desarrollar algún tipo de cáncer que esté asociado al consumo de tabaco disminuye 50 por ciento y con 15 años el riesgo es igual al de una persona que nunca fumó”, finalizó.
