“Hace un año asistí a un evento musical, fue como un intercambio de alumnos, y terminó convirtiéndose en el Primer Festival del Noroeste de Piano; por el impacto que tuvo y el recibimiento, la Universidad de Saltillo y el Centro Musical del estado lo volvieron a repetir este año, pero con mayor material. Invitaron a más orquestas y a mí me invitaron a dar clases magistrales y conciertos, naturalmente pudieron ir mis estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, tanto los de la cátedra de piano, como orquesta”, comenta con entusiasmo Jorge Sergio Hernández Medrano, director de la Orquesta de Cámara Inter Planteles del CCH.
“Los jóvenes se dieron vuelo porque tocaron con los chicos de las orquestas de ahí y conocieron otros miembros del área musical en Coahuila, eso fue muy alentador para ellos. El evento gustó tanto que se está proyectando una tercera edición el próximo año, incluso se piensa realizarlo como un festival internacional, dada la cercanía con Estados Unidos y el interés por participar. Es una oportunidad única, porque son chicos del CCH que soñaban con pasar sus materias y terminaron en un festival nacional”, agregó.
El músico afirmó que, desafortunadamente, por tiempos y apoyos sólo pudieron asistir cinco estudiantes al festival que duró una semana. “Nosotros, como estudiantes de la carrera de piano, concertistas, a veces se llega a la maestría y al doctorado y jamás se toca con una orquesta; tocar como solista, menos, y en esta edición los cecehacheros tocaron con las orquestas como solistas, es una experiencia única en la historia del CCH, porque eso normalmente lo hace sólo un concertista consagrado que además tiene los contactos y lo invitan, pero que tu primer recital fuerte sea con una orquesta. Los chicos los chicos están encantados”.
Hernández Medrano, director de la Orquesta de Cámara Inter Planteles del CCH, Joaquín Beristain del CCH, estudió piano en la Facultad de Música, afirma que se llama así porque hay un compositor, que fue director y violonchelista mexicano, de la época dorada del siglo XIX y en homenaje a él se le puso así a la orquesta interplanteles. Remarca que la intención al formar esta orquesta es que los alumnos, que estén interesados en ingresar a la Facultad de Música en Piano, puedan acceder con mayor facilidad, se les imparte algunas materias que pueden adelantar en la facultad.
“Al director Benjamín Barajas le llamó mucho la atención esta intención, porque a nosotros como estudiantes nos costó mucho trabajo; es un proceso administrativo durísimo, pasar por el propedéutico y los exámenes, algunos no tuvimos pase reglamentado, yo venía de otras instituciones educativas. Y si yo puedo aportar para que los chicos adelanten y entren con bases, ese es el objetivo. Yo tomé clases particulares de piano, pero nunca me vi como maestro.
“Mi familia ha sido melómana, no vengo de familia de músicos, sólo mi tío, que fue un gran compositor. La idea de la orquesta me la planteé durante la pandemia, es la primera hecha por estudiantes y para la comunidad universitaria, sé que las prepas tienen sus orquestas, pero ahí si participan maestros, les digo que es una trampa porque tocan de manera conjunta”, añadió.
El especialista resaltó que en el CCH los alumnos empezaron desde cero “la idea la entregué por escrito, se lo comuniqué a la maestra Rommy Guzmán y nos enlazamos por Zoom con los jefes de Difusión Cultural de los cinco planteles. Como si fuera una defensa de tesis me preguntaron de todo, cómo lo iba a desarrollar, qué se necesitaba y se aterrizó en pandemia, ahí está el proyecto que es una buena herencia para los planteles”.
Expresó que hay algunos pedagogos y filósofos que hablan de las similitudes entre las prisiones y las escuelas, Freire es uno de ellos, Villoro, se refieren a la educación y el castigo: “antes de la pandemia di cátedra de piano en instituciones penales federales, empecé en Isla Marías, donde tenían un piano de cola. Fue una experiencia única, es un error que cerraran porque ahí sí había reinserción”.
“Entonces, hay cierta similitud porque los chicos del CCH, creo que están necesitados de atención, de amor, de proyectos, de que alguien crea en ellos, hay un montón talleres sueltos, pero ninguno se enfoca en construir al ser, de prevenir estos embates medio oscuros, como es en las prisiones y yo pensaba, si pude tocar a muchas mentes criminales, ¿por qué no iba a ser lo mismo con chicos que lo necesitan, en vez de estar en malos pasos que se acerquen a la música?”, aseguró.
“Cuando se abrió la convocatoria ya había jóvenes que tocaban y son muy talentosos, se les hizo una pequeña audición para ver qué nivel tenían, a los que estaban espantados y un poco a la expectativa les dije que se relajaran, que íbamos a empezar desde cero y así fue, el 80 por ciento de los chicos de la orquesta empezó desde cero, son alrededor de 16 chicos y se pretende generar una comunidad fuerte”, finalizó.
