La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Es una fuerza con la capacidad de realizar trabajo, se requiere para transformar la vida económica, industrial, social y cultural de un país, subrayó la maestra Laura Raquel Santiago Olguín, durante una plática sobre el Estudio Técnico Especializado en Instalaciones Eléctricas, que imparte en Vallejo los sábados de 8 a 12 horas.
Durante la sesión, la profesora explicó que existen diversos tipos de energía: mecánica, eléctrica, térmica, luminosa, química, nuclear, solar, eólica, marítima, geotérmica y sonora.
También se puede clasificar en energía renovable o ambiental, no contaminante, generada por las fuerzas de la naturaleza, como la eólica y solar, así como la no renovable-contaminante, basada en la combustión de derivados del petróleo, abundó antes de explicarles cómo funciona la energía eléctrica, cómo funciona en el hogar y cómo usar la luz solar para el ahorro eléctrico.
Actualmente, recordó, existe una crisis energética que hace necesario usar energías renovables porque la energía de los fósiles y gases genera daño al medio ambiente y propicia el cambio climático, que es una alteración en los ciclos naturales de los climas y estaciones que afecta la agricultura, la vida de los animales y del hombre.
En ese sentido, expuso, el uso de la energía eléctrica es fundamental para la vida moderna, el celular, un foco, un refrigerador, una plancha, una lavadora son indispensables. Basta prender un botón para que cambie nuestra vida, nos iluminemos, calentemos comida en el horno, congelemos los productos alimenticios o desarrollemos un sinfín de actividades.
Sin luz, los países caerían en el caos, pero también es verdad que la producción de la electricidad, su consumo, generación y distribución contaminan el ambiente.
Esta especialidad, dijo, les da opciones para aprender a ahorrar luz dentro de los hogares, por ejemplo: mantener aparatos eléctricos limpios, porque el polvo aumenta el trabajo eléctrico; aprovechar al máximo el calor-frío de los aparatos como planchas, refrigeradores, calefactores y lavar la mayor cantidad de ropa posible a la vez, a fin de ahorrar agua y luz, finalizó la docente.
