Orgullosamente veteranos, maduros y jóvenes; de todas las estaturas y complexiones físicas; de carácteres que van de lo afable a lo severo; de diversos estratos socioeconómicos y culturales; con licenciaturas, maestrías y doctorados; pero todos ellos, hombres y mujeres, unidos en el Colegio de Ciencias y Humanidades por la pasión y gran amor por enseñar. Hablamos en esta fecha especial de 3 mil 183 profesores que laboran en los cinco planteles y dos turnos que conforman la institución, para preparar con calidad a 66 mil 916 alumnos inscritos en los semestres en curso. Todos ellos, fuerza, motor, entusiasmo, ética y honestidad, que, con su heterogeneidad y forma de comprender la vida académica y personal, dan ejemplo de que vale la pena preparar a seres humanos con una sólida formación para la vida y ser más que un hombre y sus circunstancias.
Influir en la sociedad
“Me apasiona ver la transformación académica, social y humana de los adolescentes que ingresan al Colegio, para adquirir conocimientos que les permitirán cursar alguna de las licenciaturas que ofrece la UNAM, sobre todo, porque es una etapa de desarrollo y búsqueda de identidad que conformará de manera decisiva sus vidas”, dijo Ubaldina Álvarez Rivera, profesora de las materias de Química I a IV, del plantel Azcapotzalco.
Crecemos a la par
“Los maestros vamos creciendo en experiencia y conocimiento a la par de nuestros alumnos, porque nos permiten ver al mundo, sus problemas y circunstancias con una mirada nueva en cada curso que impartimos”, refirió Eva Daniela Sandoval, profesora de Historia de México y Teoría de la Historia, del plantel Naucalpan, a quien le apasiona escuchar y enseñar a los alumnos.
Formación para la vida
“Algo de lo mucho que me apasiona realizar como profesor de esta institución es contribuir en la formación humana de los estudiantes del CCH, por medio de la enseñanza de la comunicación que se ejerce en la vida diaria y que posibilita la adquisición de nuevos saberes, no sólo para el desarrollo académico, sino para afrontar las circunstancias de la vida”, manifestó Edmundo Gabino Aguilar, profesor de la materia de Ciencias de la Comunicación, del plantel Vallejo, quien agrega que “es un privilegio que los docentes debemos de realzar con responsabilidad y compromiso”.
Ante todo, el compromiso
“Ayudar a los alumnos a adquirir aprendizajes y construir saberes que les permitirán, en primera instancia, descubrir su vocación, y posteriormente la elección de una licenciatura en la UNAM, es una de las labores que me entusiasma realizar como profesora del CCH”, refirió Agustina Mendoza Martínez, docente de la materia de Expresión Gráfica, del plantel Oriente. Para ella es importante “enseñar de manera ética y honesta a los estudiantes”.
De las maravillas de ser profesor “Apoyar la formación de los alumnos del Colegio para que sean mejores individuos y ciudadanos es algo que ha dejado huella y satisfacción en mi labor docente”, señaló Sandra Zait Ceballos, profesora de la materia de Biología, del plantel Sur, quien sabe que ser maestro va más allá de transmitir conocimientos porque se busca también que quien pasa por las manos de los docentes sean mejores seres humanos.
