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cumplieron 40, 30 y 29 años de servicio

Se retiran de la docencia, pero siempre serán universitarios

cumplieron 40, 30 y 29 años de servicio
Se retiran de la docencia, pero siempre serán universitarios

Alfonso Flores Verdiguel, Ciro Plata Monroy y Reyes Hugo Torres Merino, profesores del plantel Naucalpan, se despidieron del CCH y la UNAM tras cumplir 40, 30 y 29 años de docencia, respectivamente.

Los académicos agradecieron a la institución el espacio que tuvieron para dar clases, pero, en particular, por la oportunidad de cumplir sus sueños. También compartieron sus experiencias y motivaciones a lo largo de su estadía en el CCH.

 Flores Verdiguel

“En el CCH vivimos buenos y malos momentos: el nacimiento del Consejo Estudiantil y los cambios del Plan de Estudios, así como tiempos difíciles, pero siempre sacamos adelante al plantel”, dijo Flores Verdiguel, quien fue profesor del actual director general del Colegio, Benjamín Barajas Sánchez, mismo que, al estar presente, recordó aquellos años: “Conocí a Alfonso en 1985, fue mi maestro y se lo agradezco”.

Flores agregó: “Va por delante mi gratitud a todas las personas que conocí; siempre he creído que la escuela es el corazón de la sociedad y ésta nos encarga transmitir la cultura”. Convencido de haber cumplido esta encomienda, exhortó a quienes se quedan a no dejar de sacar adelante al CCH, pues los docentes son los verdaderos artífices de la educación.

Plata Monroy

“La jubilación es un proyecto de vida que se planea con antelación. Yo la preparé hace dos años y hoy me voy satisfecho de haber cumplido con los alumnos y la UNAM”, comentó el excecehachero.

A lo largo de su estancia, Plata Monroy dio un fuerte impulso a la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas y contribuyó a encaminar las habilidades tecnológicas de sus estudiantes. “De un día para otro, alumnos y profesores nos vimos en la necesidad de encontrar juntos la forma de terminar el ciclo escolar. Esta experiencia nos preparó para enfrentar nuevos retos”.

Torres Merino

“Ahora que termino este ciclo, agradezco a la vida por todas las cosas que me ha dado; la más importante: Ser universitario”, comentó el profesor de la generación 78, del mismo plantel, quien tuvo grandes experiencias y anécdotas que le dejaron huella a su paso por el CCH, también descubrió una de las alegrías más importantes de su vida: la docencia.

“Doy las gracias a todos los alumnos que tuve oportunidad de conocer, ya que ellos son la esencia de la UNAM y de la nación; por ellos vibra la energía en aulas, pasillos, patios y canchas de nuestra Universidad”. 

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