Muchos de ellos se enfrentan por primera vez a las clases en línea y otros anhelan retornar a los espacios escolares, pero todos subrayan el compromiso de sus profesores por brindarles una formación virtual de calidad, que los anima a visualizarse como futuros profesionistas en un mundo ya sin pandemia.
Vanessa González Márquez, del plantel Oriente, admite que adaptarse ha sido complicado, “pero fuera de eso estoy muy contenta, al final de cuentas tanto alumnos como docentes no hemos desertado y hemos tratado de seguir adelante tanto para aprender como para enseñar. Se ve el compromiso de los docentes para enseñarnos, y también el ir aprendiendo junto con nosotros cómo usar las plataformas, y así terminar el nivel medio superior”.
Valeria Hernández Blanco, del mismo plantel, prefiere la modalidad presencial, pero señala que los profesores hacen lo posible para que las clases continúen sin otros contratiempos. En este sentido, Abril Cabrera Espinoza, del plantel Vallejo, y Derek Millán, del plantel Oriente, coincidieron en que no han logrado dominar la modalidad virtual. “No digo que las clases sean malas, sólo que no sirven para todos. Quizá con el uso frecuente me acostumbre, pero por el momento se me hace complicado el aprendizaje”.
Asimismo, destacan problemas de conectividad y la falta de recursos tecnológicos, ya que muchos de ellos toman clases a través de sus teléfonos inteligentes, y por ello cargar archivos o descargar aplicaciones ha sido complicado. “Ahora es diferente, debo estar al pendiente en todo momento de lo que suben los maestros; el problema es que sólo cuento con un celular para tomar mis clases y a veces no puedo presentar muy bien mis trabajos”, comenta Emanuel Galindo Rodríguez, del plantel Oriente.
Otros aspectos que mencionan es el poco tiempo para resolver cuestiones sobre temas complicados. “Ojalá y en las mismas videoconferencias se puedan resolver las dudas y vayamos entendiendo bien, más tiempo y ejercicios en la clase”, coincidieron González Márquez y Michelle González Aguilar, del plantel Vallejo.
Aun cuando ha sido difícil este proceso, los jóvenes destacan puntos positivos. Para Galindo Rodríguez ha sido útil: “Antes de entrar al CCH no sabía utilizar para nada la plataforma de Teams y los cursos que nos han impartido me han ayudado para entenderlo mejor, saber cómo entregar mis trabajos y entrar a mis clases”.
La institución, comentó González Aguilar, “nos ha facilitado mucho las plataformas en donde estamos tomando clase. La forma en cómo nos dejan las actividades es muy fácil de entender, nos explican bien. El sistema del CCH no se me hace pesado, me ha sido más fácil entender cómo serán las clases”. En ese sentido, González Márquez considera que el Colegio le ha aportado muchas herramientas, como cursos, conferencias en redes sociales, el Portal Académico o la biblioteca.
Lejos de sus compañeros
Incluso cuando echan de menos interrelacionarse con sus compañeros de clase, los jóvenes reconocen que se han hecho grupos unidos, que se apoyan entre sí cuando hay dudas, como lo refiere Hernández Blanco: “Con mis compañeros hacemos equipos y, de alguna manera, nos hemos conocido mejor; platicamos a distancia”.
Así también lo considera Nataly Galindo Quintana, del plantel Oriente, “hemos hecho grupos en WhatsApp con mis compañeros. Nos llevamos todos muy bien y, si tenemos dudas, nos ayudamos, aunque me gustaría que hubiera un poco más de espacio en las clases para eliminar dudas y así mejorar”. En tanto, Erick Hernández destaca que sus compañeros son “muy buena onda, tienen una mente abierta”.
Hacia un futuro mejor
En este proceso de adaptación los estudiantes tienen en mente un futuro prometedor. Así, Vanessa González y Nataly Galindo imaginan un mundo sin pandemia en el que se han propuesto llegar más lejos. “El CCH, que fue mi primera opción, me dará todo lo necesario para mi formación, sólo tengo que ir bien con mis materias, en ese sentido si lo puedo lograr”, concluyó Galindo.
