salud emocional

Acción motriz

La actividad física ayuda a mejorar el autocontrol

Acción motriz
La actividad física ayuda a mejorar el autocontrol

¿Me ayuda la actividad física a mejorar mi salud emocional?

Es verdad que el confinamiento a causa de la pandemia por Covid-19 trajo consigo el descuido del bienestar emocional: el aislamiento, la incertidumbre, la ansiedad y el estrés se hicieron presentes en la vida de las y los cecehacheros.

La reducción de interacciones sociales, la interrupción de hábitos rutinarios, el distanciamiento físico, la pérdida de entornos familiares y escolares, obligó al esfuerzo para dominar nuestras emociones.

La educación de las emociones a partir de la acción motriz empieza a encontrar un lugar relevante en el mundo de la motricidad debido a que éstas se sienten en el cuerpo.

Está más que comprobado que “ los aprendizajes que se retienen y perduran en el tiempo son aquellos que van ligados a una emoción y ello se da con más facilidad cuando los aprendizajes son vivenciales”. (Bisquerra, 2020).

El hecho de que la emoción llegue primero al cuerpo y luego se entienda lo que se está sintiendo, nos brinda la posibilidad de potencializar la escucha corporal–emocional y mejorar notablemente el autocontrol personal.

Existe un estudio realizado por la Universidad de Aalto en Finlandia, que relaciona la vivencia emocional con la dimensión corporal, atendiendo principalmente a la temperatura y a la ubicación corporal de la emoción sentida.

Este estudio concluyó que la sensación corpo-emocional es la misma independientemente de las variables sexo y procedencia de las personas. De hecho, el proceso que sigue una emoción es el siguiente: inicialmente la emoción llega a una zona concreta del cerebro, la amígdala. Posteriormente, llegará a la corteza prefrontal (nuestro director de orquesta), que es la zona que permite entender la vivencia emocional.

Entonces, ¿Me ayuda la actividad física a mejorar mi salud emocional? Definitivamente sí.

La UNESCO recomienda desarrollar habilidades vitales de adaptación y resiliencia emocional para mantenernos sanos y positivos. Las habilidades socioemocionales son necesarias para ello.

La pandemia por Covid-19 ha causado un fuerte impacto psicológico en la comunidad educativa y la sociedad en general.

El cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de seres queridos, del trabajo y la privación de los métodos de aprendizaje convencionales han generado estrés, presión y ansiedad, especialmente entre los docentes, el alumnado y sus familias, asegura la UNESCO en su informe “Promoción del bienestar socioemocional de los niños y los jóvenes durante la crisis” (2020).

Para abordar y contrarrestar la ansiedad social y la carga emocional que ha desatado el Covid-19 en la comunidad educativa es más necesario que nunca desarrollar habilidades socioemocionales entre el profesorado, las familias y sobre todo las y los estudiantes.

Es necesario aportar propuestas para facilitar que la educación emocional esté cada vez más presente y se incluya de forma explícita en el currículum educativo.

En el Departamento de Educación Física de tu plantel encontrarás diferentes actividades que te brindarán mayor conocimiento para aceptar y entender mejor tu corporeidad; al escuchar a tu cuerpo experimentarás mayor control de tus emociones, tendrás la posibilidad de mejorar tu desarrollo intelectual y social, además de conocer estilos de vida saludable. 

 

Referencia bibliográfica.

Bisquerra Alzina, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Madrid: Wolters Kluwer.

Pellicer Royo, I. (2011). Educación física emocional: de la teoría a la práctica. Barcelona: Inde Publicaciones.

UNESCO. (27 de mayo, 2020). “La educación emocional, clave para la enseñanza-aprendizaje en tiempos de coronavirus”.

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