Fernando Pessoa

Fernando Pessoa

Entre más alejado está de sí mismo, más lo vemos en su transparencia

Fernando Pessoa
Entre más alejado está de sí mismo, más lo vemos en su transparencia

Los lectores de Fernando Pessoa (1888-1935) pueden sentirse recompensados por el libro Cuentos, en edición y traducción de Manuel Moya. Gran parte de las “prosas” son apuntes o borradores de corte poético, especulativo y ensayístico. Algunos dirán que aquí está el espíritu narrativo de Pessoa: rebelde, sencillo, siempre al límite de las reglas de cualquier género.

Ver lo inacabado es interesante. Sin embargo, el libro quizá pudo llamarse Cuentos y fragmentos. Lo anterior no demerita el minucioso trabajo de clasificación y traducción del material, que es extraordinario, no hay otro similar ni siquiera en Portugal.

El esfuerzo debió haber sido transparente desde el título. El libro ofrece un delicioso vistazo a la forma de construcción narrativa. Leemos partes del Libro del desasosiego en esta antología y más de 20 relatos bien terminados más allá de El banquero anarquista, muy leído entre los admiradores del portugués.

El recurso preferido por Pessoa en estos textos es el diálogo que logrará enloquecer al lector más tenaz, porque lleva al extremo la idea de que “toda buena conversación ha de ser un monólogo entre dos”. Pero la paciencia regalará momentos de inspiración y quizá revelaciones.

Ante la individualidad violenta de Pessoa encontramos su multifacética obra que sorprende cuando el arrebato lírico es el centro; así, “entre más alejado está de sí mismo, más lo vemos en su transparencia”, asegura Moya. En esta selección de textos hay vidas infinitas para reflexionar sobre nuestra condición de hombre “libre”, quizá porque son “tierras mágicas, paisajes de este mundo y del otro”.

Las agudas observaciones del lusitano son algunas veces paródicas, para muestra están “Crónica decorativa I y II”, que ponen en evidencia el pensamiento colonialista de Europa, tendiente a ver al ajeno como un ser de “dos dimensiones”. Una crítica del portugués es a la tradición literaria en el cuento.

En “La hora del diablo” leemos: “un inglés llamado Milton, me hizo perder por partidarios míos una indefinida batalla que nunca tuvo lugar. Otro, un alemán llamado Goethe, me ofreció un papel de alcahuete en una tragedia de aldea”.

La suspicacia de Pessoa lo lleva a contradecir los principios del cuento de H. G. Wells en The time machine, con su texto “El vencedor del tiempo”. El relato es un compendio de diversas posturas filosóficas en torno a la contradicción de la tesis de Wells, que reza: “Viajar al pasado es haber sido ya”.

El libro Cuentos es un laberinto en el que es fácil perderse; la explosión de ideas y temas puede dejar sin aliento. Los textos giran en torno a la reflexión filosófica, política, amorosa, iniciática y religiosa. Incluso hay una narración publicitaria.

Los fantasmas de la Primera Guerra Mundial están en varias historias, de las cuales la más interesante de todo el libro es “El camino del olvido”, que recuerda al Pessoa múltiple, amante de lo esotérico: “Temblaba de terror en nuestra piel la tierra blanda que pisaban nuestros caballos ... Nuestro camino era el que no hubiera caminos y allí llovía”.

Pessoa obsesionado con la muerte y la locura realizó una obra al margen de su publicación y fue el aislamiento y el fracaso sistemático una elección de vida. Más allá de ser considerado, en sus últimos años, como el mejor poeta portugués, fue su soledad y devastación lo que le permitió alumbrar, de manera humilde y sutil, mundos del sueño, el mal y el dolor. Pessoa, F. (2016). Cuentos (M. Moncayo, Trad.). Páginas de Espuma.

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