Llevar un control de clases a partir de un calendario o una línea de tiempo crea una estructura general muy práctica para el docente. Así lo consideró Guadalupe Vadillo, directora de Bachillerato a Distancia, durante la segunda jornada del curso “Repensar la docencia en línea”. La especialista subrayó la importancia de diseñar experiencias “y no solamente cursos en línea”, y para ello aconsejó hacer un diseño invertido, identificar el perfil de egreso del estudiante “y a partir de ahí decidir qué actividades de aprendizaje y de evaluación aplicar, y luego preguntar qué contenidos se darán, siempre atendiendo las posibilidades tecnológicas que haya”.
Posteriormente, preparar la ruta para tener una docencia con control. Para observar los recursos y los tiempos disponibles de los profesores y alumnos, recomendó hacer un calendario “que cubra las 16 semanas, que dé una estructura general y se pueda comunicar a los estudiantes”.
Y, al final, crear una experiencia, “de manera que el alumno no lo olvide, que sea significativo, agradable, además del aprendizaje; para ello, tiene que ver un mapa emocional, evitar las emociones planas, que nunca se parezca una sesión a la otra”.
Por su parte, María del Carmen Contijoch, directora de la ENALLT, relató los retos enfrentados ante el cambio de modalidad, como los tecnológicos, los pedagógicos, que tuvieron que ver con el conocimiento de herramientas; los logísticos, los socioafectivos y otros.
Explicó que una alternativa pedagógica fue el aula invertida, modelo que traslada la impartición de la clase fuera del aula tradicional; ésta se centra en el alumno, es flexible, se adapta según el contexto de enseñanza y favorece la interacción.
Saber escuchar
Genaro de la Vega, del plantel Sur, expuso el trabajo que desarrolló en la materia de Física. Para ello utilizó Google Meet y usó un pizarrón virtual de Google Jamboard; además sugirió la creación de formularios para recabar opiniones, actividades demostrativas, cuestionarios y bitácoras. Destacó el cambio de actitud ante esta modalidad, ser más abiertos, comprensivos, saber escuchar e incluir, ser empáticos y honestos.
Por su parte, Margarita Pacheco, del plantel Sur, compartió las prácticas pedagógicas y tecnológicas implementadas en Biología III, desde las herramientas de comunicación, de creación y gestión de contenidos, recursos de información y de evaluación. Afirmó que los retos y oportunidades para los docentes es la adopción y apropiación de las TIC.
Apertura al cambio
Raúl Arnoldo Romero, del plantel Sur, presentó el trabajo que realizó al impartir la materia de Antropología, y subrayó la importancia de estar abiertos al cambio, como lo exige la actual situación sanitaria. Señaló algunos elementos para la enseñanza en red, como la cooperación y colaboración, el trabajo en grupos y en comunidades.
Por su parte, Tania Ortiz Galicia, del plantel Vallejo, describió la importancia de despertar el espíritu inquisitivo entre los alumnos, ya que les permite ir constituyéndose como seres autónomos.
Compromiso y empatía
En su intervención, Susana Covarrubias, del plantel Naucalpan, destacó la puntualidad, el compromiso, el respeto y la empatía en las clases en línea, y que los profesores atiendan la planeación didáctica, desarrollen su creatividad, hagan adecuaciones en el momento, verifiquen la toma de notas y se familiaricen con la tecnología.
En su intervención, Miguel Ángel Ramírez, del plantel Azcapotzalco, describió el choque que tuvo con la tecnología, el reto de no tener contacto presencial con los alumnos, elaborar material específico para clases en línea y convencer a los jóvenes de que tomen en serio la enseñanza que reciben por este medio.
