La identidad es la suma de múltiples categorías sociales que se sobreponen

interseccionalidad

La identidad es la suma de múltiples categorías sociales que se sobreponen

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La identidad es la suma de múltiples categorías sociales que se sobreponen

A lo largo de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, así como por el reconocimiento de la diversidad sexual presente en la comunidad LGBTQ+, ha sido de vital importancia la construcción y comprensión teórica de conceptos que permitan alcanzar de manera sustantiva la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. Entre estos conceptos se encuentran la perspectiva de género, equidad e interseccionalidad, por citar algunos.

Hace 300 años, durante la Ilustración, nacieron las primeras reflexiones éticas, políticas y sociales sobre la condición de opresión, discriminación y desigualdad que han vivido las mujeres durante siglos.

Estas primeras reflexiones fueron hechas por intelectuales como François de la Barre, de Gouges y Mary Wollstonecraft, entre otros más, y esto sería el inicio de lo que años después conoceremos como el feminismo.

Los movimientos feministas, a lo largo de su historia como levantamiento intelectual y social, han hecho evidente la intolerancia, los prejuicios y los abusos que han sufrido no sólo las mujeres sino también las figuras identitarias diversas presentes en la comunidad LGBTQ+; también han permitido la reflexión sobre lo que significa ser hombre y todo lo relacionado con la masculinidad.

En la actualidad, la incorporación de la perspectiva de género en los distintos ámbitos de la vida social, laboral y personal ha sido de vital importancia para romper con estereotipos, prejuicios y violencias practicadas por generaciones enteras con cierto grado de normalidad.

Podemos entender la perspectiva de género como una herramienta de análisis que permite identificar las relaciones asimétricas de poder (sean formales o sustantivas) entre hombres y mujeres, o cualquier disidencia sexo-genérica.

La construcción de esta categoría de análisis surge durante la segunda mitad del siglo XX, al cuestionar la concepción biologicista y naturalista de las explicaciones sobre la vida de los seres humanos, su desarrollo y sus relaciones.

Simone de Beauvoir, en su ensayo el Segundo Sexo, rompe con la idea biologicista de la condición de ser mujer al decir que No se nace mujer sino se llega a serlo, está frase nos coloca en la construcción cultural y simbólica de lo que significa ser mujer; en ese sentido, ser mujer es una cuestión de autodeterminación y de decisión personal.

La interseccionalidad es otro concepto clave para romper con los ciclos de violencia discriminación e injusticia.  Nace en el año de 1989, con la jurista estadounidense Kimberlé Williams Crenshaw, quien observó que la identidad de las personas es la suma de diversas y múltiples condiciones que se sobreponen unas a otras, es decir, una persona en su existencia está constituida por el hecho de ser hombre o mujer, pero también, si es una persona adulta, joven o infante, si pertenece a una clase social específica, si profesa alguna creencia religiosa o no, si pertenece a un grupo o etnia, entre otras más.

Crenshaw considera que todas y cada una de estas condiciones pueden provocar una serie de entrecruzamientos, de opresiones o de múltiples discriminaciones.

Con lo antes dicho, podemos entender la interseccionalidad como una categoría de análisis que busca comprender la dinámica de identidades coexistentes en una persona con la intención de detectar todas las condiciones que la colocan en desventaja, discriminación, violencia y desigualdad.

La interseccionalidad ha hecho visible la existencia de múltiples categorías sociales que se constituyen, junto con la categoría género, como construcciones sociales que han legitimado y fomentado prácticas de exclusión y discriminación.

Bajo la mirada interseccional nos damos cuenta de que no sólo las mujeres son violentadas, sino que cualquier persona puede sufrir múltiples discriminaciones y encontrase en un cierto grado de vulnerabilidad.

El enfoque interseccional, desde los espacios institucionales, permite el desarrollo de políticas públicas que garanticen la inclusión de la diversidad y la búsqueda de la igualdad de oportunidades y justicia para todas las personas.

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