Como resultado de investigaciones sobre la enseñanza durante la pandemia, la maestra en Ciencias Sociales, Ivonne Balderas Gutiérrez, señaló que la identidad del docente se vio fuertemente trastocada, es decir, “todo cambió y se trasladó a casa; la tristeza y la incertidumbre cobraron relevancia por la manera en la que los docentes se sintieron impartiendo clases de manera virtual”.
Durante su presentación en el Congreso sobre la Investigación Educativa en el Aula desde la Experiencia Docente, la también doctora en Educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala explicó que este encuentro permitió compartir las experiencias de los profesores durante la virtualidad.
Como primer punto, en la conferencia magistral “Ser docente en entornos virtuales”, la licenciada en Administración Pública remarcó que la educación es una actividad compleja, porque en ella confluyen aspectos de índole política, social, económica y administrativa.
Como ejemplo, expuso que un estudiante de cualquier nivel acude a la escuela a partir de diversos factores: su familia u otra persona le permiten su asistencia; posee determinados recursos y disposición de tiempo para estudiar, además de que los planes y programas de estudios están en correspondencia con la política educativa estatal.
Para analizar estos temas, el Consejo Mexicano de Investigación Educativa organiza este fenómeno en 18 áreas, con sus respectivos subtemas, donde aborda los diferentes aspectos de la educación.
“Tanto el Estado como los investigadores vinculan a los docentes con la formación para atender la problemática educativa. De esa manera se resuelven los problemas educativos, cuando es sabido que son múltiples los factores que intervienen en estos temas”, agregó.
Herramientas para maestros
En seguimiento, la profesora dijo tener gran interés por centrar la identidad de profesionistas docentes que no estudiaron para ser profesores, pero tienen una profesión y se dedican a la docencia, por lo que han tenido que desplegar un conjunto complejo de actividades.
Por lo anterior, Balderas Gutiérrez dio a conocer algunos testimonios de los maestros durante las clases virtuales: “No veía a los estudiantes, no sabía quiénes eran mis alumnos, hubo un grupo que tuve que abandonar porque nunca me contestaron, decían presente por escrito, cuando regresamos a clases presenciales les dije a mis alumnos: ´ya los extrañaba´”.
Por último, la investigadora reconoció que durante estas dinámicas hubo un exceso de ofertas de cursos en los que se debía participar y era mucho trabajo, lo cual era comprensible dadas las circunstancias.
“Ninguno estábamos preparados para esta situación, la relación con el otro se fracturó, debido a que los alumnos no abrían sus cámaras, lo que los llevó a cuestionarse sobre su ser docente”, finalizó.
