Al repasar el camino que lo llevó a obtener la medalla de oro en el área de Biología en la 9ª Olimpiada Universitaria del Conocimiento 2019, Héctor Miguel Vázquez Oseguera, estudiante de sexto semestre del plantel Vallejo, recuerda que fue en el tercer semestre cuando cursó por primera vez Biología en el CCH.
En ese tiempo, una profesora los invitó a visitar el Instituto de Energías Renovables (IER) en Temixco y a partir de ahí, junto con un par de amigos, fueron a más lugares.
“La autonomía de la Universidad te da la oportunidad de elegir qué hacer, dirigirte a lo que te interesa e igual el Modelo Educativo del Colegio te ayuda a escoger lo que deseas y enfocarte en ello. Desde la secundaria me llamaba la atención cómo estaba conformado el cuerpo humano y pues la biología es lo que está más relacionado, por eso me interesó”, señaló.
Héctor Miguel recuerda: “posteriormente nos inscribimos en un proyecto del Siladin acerca de un cuadernillo de trabajo, hicimos varios experimentos de biología como desarrollo celular, obtenciones de algunas biomoléculas de glucógeno, identificación de glucosa en la sangre, luego formamos parte del programa Jóvenes hacia la Investigación, donde realizamos más investigaciones y redactamos un proyecto que expusimos en CU, también participamos en la Feria de las Ciencias”.
Relata que, junto con dos amigos, se inscribió en la Olimpiada, bajo la asesoría de los profesores Eugenia Zárate Villanueva y Jonathan Hernández del Siladin, quienes los auxiliaron para competir, “nos apoyaron mucho, leían libros, nos daban resúmenes, nos explicaban para que entendiéramos mejor, inclusive nos llevaron a un curso para maestros de Biología, el cual nos ayudó para pasar a la siguiente etapa”.
“Me siento feliz porque no sólo fue mi logro, sino de los maestros que me asesoraron, el apoyo de mi familia y también de mis amigos que me impulsaron, me acompañaron a la competencia, nos inscribimos juntos. Aparte de darte la experiencia y el conocimiento que adquieres, se crean lazos más fuertes con las personas que te rodean y tus profesores”.
Aparte de tomar sus clases normales, Vázquez Oseguera recomienda a quien esté interesado en concursar, buscar otras fuentes de conocimiento, ir más allá, “yo les digo a mis amigos que no pierden nada con inscribirse, si ganas te das cuenta de que eres muy capaz y si no, no hay ninguna afectación, pueden volver a intentarlo”.
