“El interés por el conocimiento histórico es el primer paso para generar una conciencia crítica de nuestro presente”, enfatiza Luis Fernando Flores Diosdado, alumno ganador del primer lugar del área de Historia, en la Primera Olimpiada Cecehachera del Conocimiento.
Logró la medalla de oro con la escritura del texto “El feminismo y su admirable impulso pragmático liberador del género”, en el que concluyó “de manera razonada y convincente” para el jurado que lo evaluó, que, durante los procesos que han debido afrontar, las mujeres se han esforzado por ser escuchadas y que no puede negarse el hecho de que ha adquirido un estatus de autonomía en condiciones adversas a su género.
El gusto del joven de 18 años por la historia surgió en sus primeros años de educación, en Estados Unidos, ya que sus padres migraron a esa nación en busca de mejores condiciones de vida. “Recuerdo que el maestro de la escuela nos habló sobre la historia inspiradora del presidente Abraham Lincoln, quien fue un político y abogado que abolió la esclavitud”.
El alumno del plantel Azcapotzalco prosigue en su relato: “Al llegar a México, a los ocho años, y encontrarme con mis raíces y la riqueza cultural experimenté una explosión de sentimientos que me provocó la curiosidad de saber más acerca de la historia nacional, aunque me dio tristeza darme cuenta de que la mayoría de las personas no se sentían identificadas con el país, debido a que no conocen los orígenes de la nación mexicana y de que somos resultado histórico de un proceso de mestizaje”.
Flores Diosdado, alumno de sexto semestre, se enteró del concurso a través de la página web del plantel y decidió inscribirse en el área de Historia. “De inmediato y por mi cuenta comencé a prepararme para la primera etapa de la olimpiada con búsquedas en la red y en algunos libros de historia que tengo en casa; además, conté con el apoyo de la profesora María Alejandra Ugalde, quien, a pesar de que no era mi asesora, me apoyó en este proceso”.
Para la última etapa de la competencia se preparó en la redacción del ensayo y, como tiene facilidad para expresar sus ideas por escrito, no le fue difícil: “Para ello me ejercité en temas de sociología e historia, que me sirvieron para reafirmar mis conocimientos, así que cuando los organizadores nos mandaron el tema y las lecturas finales, ya me sentía con buenas bases para afrontar el reto”.
