“La comunidad del CCH hizo importantes esfuerzos para hacer uso de los recursos digitales, donde se han alojado las aulas virtuales para atender a 59 mil alumnos, quienes no estuvieron, en principio, capacitados para trabajar a distancia, a pesar de los esfuerzos que ha hecho la Universidad para apoyarlos, con la asignación de aproximadamente cinco mil equipos”.
Así lo afirmó Benjamín Barajas, director general del CCH, durante la clausura del Diplomado Didáctica en línea, donde señaló que el propósito de este curso fue reflexionar sobre el concepto de didáctica y la conformación de una comunidad de enseñanza, con el fin de mejorar la docencia en ambientes virtuales: “Ha sido oportuno atender una problemática que obligó a realizar el aprendizaje a distancia, lo cual no ha sido fácil para un bachillerato con Modelo Educativo presencial”.
“Formatos Educativos digitales, integración de aprendizajes” fue el título de la conferencia de Lorenzo García Aretio, quien, al referirse a esta modalidad y la desconfianza que genera, se apoyó en diversos esquemas en los que mostró detalladamente la evolución que ha tenido y el dinamismo que se puede aprovechar para su impartición. “La pandemia nos confinó a todos, pero el sistema educativo tuvo que seguir funcionando; la emergencia sanitaria nos obligó a tomar formatos digitales y la integración, la mezcla de los formatos educativos”.
El profesor en Teoría de la Educación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de España afirmó que se camina hacia modelos de aprendizaje integrados: “Antes de la pandemia lo dije, muchos no me creían. La educación a distancia, por simplificar, gana terreno en instituciones, en número de estudiantes, en investigaciones, en trabajos, en acciones concretas de las administraciones públicas. Cuando digo que ganan espacio no es porque yo quiera que sustituya a la presencial, yo quiero una educación a distancia que desarrolle su función social, de equidad, integradora, además de los buenos formatos presenciales. No se trata de sustituir, sino de enriquecer, dar alternativas”.
El especialista reiteró que la educación se dirige hacia modelos integrados e híbridos, y la clave es combinar lo bueno de ambos: “Para ello se precisa de un ecosistema educativo digital, que si todos lo compartimos, instituciones y países, esto está asumido. Se habla de la brecha digital, lo que sucedió con las clases más desfavorecidas. Sí, hubo un grandísimo problema, pero de lo que no hay duda es que las tecnologías salvaron el sistema educativo a nivel mundial”.
El doctor en Ciencias de la Educación sostuvo que, si el Covid hubiera ocurrido hace 50 años, seguramente millones de estudiantes hubieran perdido un año o más, según los países y la evolución de las vacunas. “Si asumimos que estamos en una sociedad digital, que los estudiantes están colgados de las redes sociales, entonces ¿no creen que muchas prácticas tendrían que ser digitales?”.
Asimismo mostró, a través de una tabla, algunas ideas para reducir la brecha digital, considerando que la tecnología, por muy sofisticada que sea, nunca es garantía de éxito. El internet y las tecnologías digitales en educación, aseguró, ya no se van a ir.
García Aretio señaló que durante la pandemia se ha aprendido, pese a que había mucho rechazo, “cuántos docentes han sido verdaderos héroes en esta etapa, han innovado y potencializado sus habilidades; las tecnologías no los van a sustituir”.
Hay que valorar las posibilidades de la tecnología para recuperar a aquellos alumnos rezagados, “para acelerar aprendizajes, para cursos especiales o de verano, para reforzar”.
