Desde que ingresó al plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades, Lucía Monserrat Herrera Eligio quería aprovechar al máximo todas las actividades que la Universidad y el CCH le ofrecen para enriquecer su formación académica. Hoy esa meta se ha cumplido al haber ganado la medalla de oro en el área de Biología, en el marco de la 11ª Olimpiada Universitaria del Conocimiento.
“Me queda claro que todo es posible de lograr cuando se hace con dedicación, entrega y pasión suficiente, tal y como lo hicieron muchos de los compañeros ganadores en diversas áreas de la Olimpiada”, señaló la joven de 18 años, quien cursa el sexto semestre.
“Con la suficiente constancia y disciplina se puede lograr todo lo que se quiera porque, si bien es normal tener miedo y desconfianza de las propias capacidades, a final de cuentas todo es posible. Hay que confiar en uno mismo y buscar a las personas que puedan apoyarte a lograr tus metas”.
Lucía Monserrat aseguró que le gusta la idea que se mantenga constante el aprendizaje; en ese sentido, reconoce que el Colegio la ha preparado para que la curiosidad por saber no se agote, ya que a través de las clases, tareas y trabajos de las diferentes materias, los profesores hacen que no te quedes sólo con lo aprendido en el salón, sino que surja el interés por investigar y estudiar por cuenta propia.
“Una de las razones por las que entré a la Olimpiada es que deseaba saber qué tanto podía con la Biología, ya que me interesa estudiar la carrea de Medicina”, confesó.
Afrontar el reto
Aunque Lucía cursa el estudio técnico Análisis clínicos, toma un taller de coro y practica futbol, se trazó el objetivo de lograr un buen desempeño en la competencia, por lo que comenzó por hacer un plan de trabajo para organizar el tiempo que dedicaría a reforzar sus conocimientos; estudiar cada una de las siete unidades del temario de Biología, así como investigar todo aquello que no conocía del área.
“Busqué un asesor y afortunadamente congenié muy bien con la profesora Marina Boites, del Área de Ciencias Experimentales, quien es una maestra muy apasionada con su materia de estudio y supo transmitirme la confianza suficiente para que me sintiera segura y tranquila con lo aprendido, en las asesorías presenciales en el Siladin”.
La estudiante del plantel Sur recordó que la maestra Boites le prestó libros, le explicó con mucha paciencia temas que le eran difíciles y resolvió con ella diversos ejemplos y las dudas que surgían, como en el caso de reinos y dominios (que le representó un reto), ya que hay diversas formas de clasificaciones, lo que la llevó a la búsqueda de fuentes y libros más actualizados y apegados al temario.
En cuanto a las técnicas de estudio que puso en práctica, para que los temas fueran más sencillos de asimilar y no se le fueran datos importantes, estuvieron los apuntes y resúmenes elaborados con diferentes colores, las flaschcards o tarjetas digitales, así como una app, “porque cuando tenía ratos libres entre clases, podía releer las notas y recordar el contenido, para un hacer un estudio más activo”.
“Me ayudó mucho revisar videos en un canal de YouTube, llamado Amoeba Sisters, que cuenta con muchos temas de Biología en español e inglés para reforzar algunos temas. Además, puse en práctica ensayar, como si yo le estuviera enseñando los temas a otra persona, para que me entendiera de lo que se trataban y de esa manera reforzar lo aprendido”, afirmó Herrera Eligio.
De manera general, el haber competido en la Olimpiada Universitaria del Conocimiento se convirtió en un estímulo para continuar aprendiendo y crecer como universitaria.
