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La milpa, un tesoro prehispánico

La cita, en el programa La cocina de Chabela, en el 106.1 de FM

La milpa, un tesoro prehispánico
La cita, en el programa La cocina de Chabela, en el 106.1 de FM

El cultivo de la milpa y la comida tradicional prehispánica fueron los temas que algunas especialistas abordaron para promover la próxima edición de la Feria del Itacate. La exposición sobre las virtudes de la milpa se llevó a cabo en el programa La cocina de Chabela. El Sazón de la Vida Pública con Pimienta Feminista, transmitido por Violeta Radio en el 106.1 de FM.

Las expertas, además de invitar a la también llamada Feria de la Milpa Virtual del CCH, explicaron que la dieta de la milpa se compone de maíz, chile, frijol, cabaza, nopal y diferentes hierbas que se producen en ella, y que puede ser completada por otros alimentos del campo como chapulines. Las especialistas que participaron en la emisión radiofónica fueron Susana Huerta, Graciela Maldonado e Ivana Martínez, profesoras y estudiante del Seminario Tlamatinime, Segunda época. Maru Chávez y Cecilia Figueroa condujeron el programa.

El proyecto, abundaron las académicas del plantel Naucalpan, surgió como alternativa para que los alumnos compartan sus investigaciones y para que hagan conciencia de la importancia de la comida tradicional.

La Feria del Itacate se llevará a cabo el 7 y el 8 de abril, con conferencias sobre Alimentación mesoamericana, La alimentación de ayer y hoy y Salvemos las chinampas. Además, se organizaron talleres sobre el tema alimentario tradicional. Los interesados en los talleres deben escribir a tlamatinime2@gmail.com.

La Feria del Itacate, subrayaron, se enmarca en los festejos por los 50 años del CCH, por lo que “estamos contentas de contar con el apoyo del director general del Colegio, Benjamín Barajas, para difundir el trabajo en los planteles”.

Al ser cuestionadas sobre cómo ajustar a la vida moderna a la tradición de la milpa y la comida saludable, expusieron que eso se logra “desde la planeación de clases, las investigaciones de los alumnos sobre el tema y aplicando estrategias en diferentes asignaturas, ya que la alimentación tiene que ver con diversos ángulos de estudio como la historia, economía, filosofía o ciencias de la salud”.

De lo que se trata, concluyeron, “es de reflexionar sobre la alimentación para crear conciencia en los alumnos sobre la producción y consumo de comida chatarra que promueven las grandes industrias; también se trata de acabar con creencias acerca de que la alimentación prehispánica y de la milpa son sinónimo de pobreza, pues por su variedad son una fuente inagotable de riqueza.

La milpa puede referirse a una porción de tierra, pero también a la técnica de cultivo por medio del cual se cosecha maíz, frijol y calabaza, esencialmente.

El término milpa está compuesto por dos palabras en náhuatl: milli, que significa “parcela sembrada”, y pan, que puede traducirse como “encima”. Así, milpa significa “encima de la parcela sembrada”. La milpa tiene derivaciones: tradicional, mesoamericana o las tres hermanas (las mencionadas semillas de maíz, frijol y calabaza).

Se considera que la milpa es “el reflejo de los conocimientos, la tecnología y las prácticas agrícolas necesarias para obtener de la tierra y del trabajo humano los productos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de la familia campesina”. La expresión “Hacer milpa” implica llevar a cabo todo el proceso productivo, desde la selección del terreno hasta la cosecha. En este sentido, la milpa agrupa “un sistema de conocimientos de la naturaleza y de la agricultura, sinónimo de subsistencia sustentable biológica y social”, según la define Arturo Warman en su libro Estrategias de sobrevivencia de los campesinos mayas, publicado en 1995 por la UNAM. 

 

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