Depresión, violencia y sexualidad, entre los principales temas a tratar en planteles

Reforzarán el cuidado de la salud emocional

Depresión, violencia y sexualidad, entre los principales temas a tratar en planteles

Reforzarán el cuidado de la salud emocional
Depresión, violencia y sexualidad, entre los principales temas a tratar en planteles

Luego de una pandemia como la del Covid-19, los temas de salud emocional integral, deporte, prevención de adicciones y de violencia en la pareja se convirtieron en alta prioridad para todo el bachillerato, por ello, los Embajadores de la salud emocional regresarán a los planteles del Colegio y también visitarán las prepas.

Así lo dio a conocer Ángel Mayrén, titular de la Unidad Académica de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM, al señalar que la medida busca tener un impacto que se refleje en un mejor ambiente de trabajo en los planteles y un cambio de actitud de los jóvenes adolescentes.

En entrevista, detalló que las actividades de los Embajadores se reanudan el 16 de febrero en el plantel Oriente, donde abordarán temáticas para prevenir el suicidio, a las que se sumarán la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, el Instituto Nacional de Cancerología, la Coordinación de Divulgación de las Humanidades, las Facultades de Medicina y Psicología y la FES Iztacala.

El abordaje de estas problemáticas, dijo, servirá  para realizar un diagnóstico y después compartirlo con otras instituciones educativas de todo el país.

El diseño de actividades lo realiza un equipo de compañeras de la Coordinación de Humanidades y de la Coordinación de Investigación Científica, “cada escuela tiene un programa diferente, repetimos algunas charlas, pero está hecho a sugerencia y petición de cada plantel y director, según sus problemáticas particulares, por ejemplo, el Sur (2 de marzo) pidió temas de violencia y sexualidad, y en Azcapotzalco (11 de abril) depresión y sexualidad, que son del interés de todos los planteles.

 

Renovarse o morir

El funcionario destacó que en esta ocasión habrá talleres para profesores y padres, a los primeros, para que tengan las herramientas y den primeros auxilios emocionales a los jóvenes que observen vulnerables y puedan canalizarlos.

Respecto a los Talleres de Padres, los temas serán crianza y derechos humanos, para dotarlos de elementos, porque si se les atiende en el plantel y luego llegan a la casa y no se soluciona desde ahí, se complica. “Entonces hacemos trabajo en equipo, la familia y la escuela ayudan a identificar alguna anoma-

lía que tenga el joven, para evitar adicciones que traen problemas detrás”.

Otra novedad será la participación de personal de la Dirección General de Divulgación de las Humanidades que colabora con sectores vulnerables; regalan revistas y comparten un diccionario de las emociones, para que los jóvenes sepan qué es lo que tienen que cuidar y cómo identificarlo, la idea es impactar positivamente a los estudiantes.

Los talleristas y ponentes no van con la finalidad de regañar sino de orientar, de arroparlos, acompañarlos, decirles que los adultos estamos con ellos y los entendemos.

 

Daños no cuantificados

Recordó que según instituciones gubernamentales, aún no se alcanza a medir el impacto de la contingencia sanitaria en lo social, económico y cultural; algunas de las cosas que cambiaron es que hay más preocupación por la salud, ya que también por la pandemia las enfermedades crónicas dejaron muchas defunciones, pues los hospitales sólo atendían emergencias.

En general, expuso, hay un gran duelo en la sociedad, personas que perdieron familiares y empleos, y de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Psiquiatría, la violencia intrafamiliar, el consumo de sustancias prohibidas y de alcohol se dispararon; a ello hay que sumar los efectos del encierro.

“Muchos de nuestros alumnos dejaron de convivir y a su edad eso es importantísimo. Las relaciones sociales son parte de nuestra construcción, que nos lleva a desarrollar habilidades sociales para integrarnos con nuestros compañeros y posteriormente al campo laboral”, explicó.

Esta generación perdió mucho y en estos momentos de postpandemia están en un proceso de volver a madurar sus habilidades psicosociales, lo cual llevará un tiempo; esos tres años que les quitó la pandemia no van regresar y aquí no hay culpables, es una condición que se dio a nivel mundial y no es privativa de los mexicanos ni de los universitarios, acotó.

De ahí la importancia de este programa de Embajadores de la Salud, que se creó antes de la pandemia, entre el Colegio de Ciencias y Humanidades, la Secretaría General de la UNAM y la Coordinación de Humanidades, que fueron sensibles al llamado de la OMS respecto a que había comportamientos psicosociales en nuestros jóvenes que tendían a la depresión.

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