La poeta estadounidense destacó por su mirada realista y su lirismo

pensó que el sueño americano era el antídoto

La poeta estadounidense destacó por su mirada realista y su lirismo

pensó que el sueño americano era el antídoto
La poeta estadounidense destacó por su mirada realista y su lirismo

La valentía, insolencia y sensibilidad de Anne Sexton (Estados Unidos, 1928-1974) son elementos esenciales de la poesía de esta mujer de clase acomodada de Estados Unidos, quien vivió entre la poesía, la depresión, la maternidad y las adicciones.

No quiero reducir a una sola fotografía la figura de una de las poetas más importantes e influyentes de la poesía en inglés del siglo XX. Una mujer que tenía el deseo de vivir el sueño americano, casarse, tener una familia, sólo como antídoto a esas alucinaciones y demonios que la atormentaban.

Nacida bajo el nombre de Anne Gray Harvey, Sexton decide unirse a un taller de poesía después de una de las crisis psicóticas que tuvo a lo largo de sus 45 años de vida.

Con un sobrenombre que llama la atención por sugerente, la poeta comienza con To Bedlam and Part Way Back, que podría traducirse (literalmente) como Hacia la casa de los locos y el camino de regreso.

Ningún poeta de su tiempo y espacio cantó, dicho por ella misma, tantas intimidades, mucho menos con el poderío verbal y las metáforas tan bien cosidas como ella.

 

El problema es

que dejaría congelar mis gestos.

El problema no estaba

ni en la cocina ni en los tulipanes

sino en mi cabeza, mi cabeza.

 

Maternar, cuidar, sobrevivir, sexualizar, erotizar el momento. Anne Sexton representa todo el dolor puertas adentro y la ilusión de una vida a mitad de ser vivida. La poesía fue su vía de expresión, ese performance que le permitió engendrar el dolor y la muerte.

 

Oigo

como en sueños

las charlas de las viejas

hablando de feminidad.

No recuerdo haber escuchado nada.

Estaba sola.

Aguardaba como un tiro al blanco.

 

Ganadora del Premio Pulitzer en 1967 por su libro Vive o muerte (Live or Die), Sexton se suicidó el 4 de octubre de 1974, a los 45 años. Al llegar a su casa se encerró en la cochera y encendió el motor de su auto; murió por  intoxicación de monóxido de carbono.

Se dice que horas antes había visitado a su editor para revisar las galeras de The Awful Rowing Toward God (El terrible remo hacia Dios), libro blasfemo, contestario, toda una declaración de intenciones.

Para los y las jóvenes de Colegio de Ciencias y Humanidades, la lectura de esta poeta podría ser crucial y reveladora.

Aquellos y aquellas que tienen a Alejandra Pizarnik como un referente, con Sexton ampliarán su radio de acción y profundizarán en el arte poético.

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