cancelación de la estampilla postal

Me da mucho gusto estar en esta conmemoración que forma parte de los festejos por el cincuentenario de la fundación del Colegio de Ciencias y Humanidades.

En este caso, asistimos a la cancelación de la estampilla postal que, como bien lo decía la licenciada Rocío Bárcena Molina, directora general del Servicio Postal Mexicano, es dejar para la posteridad el testimonio de una efeméride muy significativa para la Universidad, por supuesto, para el Colegio, pero también para la historia de la educación en nuestro país.

La trascendencia que tuvo hace 50 años la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades está fuera de toda discusión, pues planteó la creación de un nuevo modelo educativo cuyos tres objetivos principales hoy siguen siendo más válidos que nunca.

Así lo ha puesto en evidencia la reciente crisis sanitaria que nos obligó a migrar a la modalidad a distancia a todos los sistemas educativos de la Universidad Nacional, del país y de la mayor parte del mundo.

Con los tres objetivos que se resumen en: Aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser, hoy más que nunca debemos de aspirar a que se cumplan en la formación de sus estudiantes.

Creo que si algo hemos descubierto a lo largo de estos años es que es muy importante que en el bachillerato inculquemos en los alumnos la posibilidad de comenzar a aprender por sí mismos, de introducirse tempranamente en la investigación, desarrollar la creatividad y también  asumir un compromiso social que los guíe a lo largo de su trayectoria profesional, para devolverle a la sociedad, como egresados de una institución de Educación Media Superior pública, aquello que les ha dado precisamente al hacer posible sus estudios.

El Colegio de Ciencias y Humanidades ha formado a varias generaciones, son ya 51 las que han ingresado al Colegio, y quiero, en primer lugar, felicitar a todos aquellos que han pasado por sus aulas: a los alumnos fundadores, a los que han egresado y a los que actualmente están inscritos.

Por su puesto, a los profesores fundadores, a los que a lo largo de estos 50 años han ejercido la cátedra en el Colegio y a quienes en este momento la siguen impartiendo.

A las trabajadoras y trabajadores que participaron a lo largo de estos 50 años de la historia del Colegio, algunos probablemente ya jubilados, pero que siguen siendo parte de su comunidad.

Han sido 50 años muy fructíferos, han sido 50 años de construir un nuevo Modelo Educativo que, sin lugar a dudas, tiene mucho que aportar a la educación de México y del mundo en el siglo XXI.

A través de las necesarias revisiones y actualizaciones de planes y programas de estudio el Colegio ha mantenido la validez de este Modelo Educativo y ha refrendado el compromiso y la visión de sus fundadores.

Hoy recordamos a todos ellos en esta ceremonia y en particular al rector Pablo González Casanova, quien tuvo la visión hace 50 años de crear este nuevo subsistema de bachillerato para nuestra Universidad.

Quiero agradecer al Servicio Postal Mexicano, por supuesto a su directora general, a sus funcionarios y todo su personal, el apoyo que han dado para que, a lo largo de este año de conmemoraciones, primero por el centenario del Escudo y Lema de nuestra Universidad y ahora por los 50 años del Colegio de Ciencias y Humanidades, queden en la memoria de las y los mexicanos estas dos fechas tan significativas para la Universidad y para la historia de la educación en nuestro país.

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