CCH, 49 años de impulsar la educación

La fundación del CCH fue el 26 de enero de 1971, pero hasta el 12 de abril empezaron las clases en los planteles de Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo. Un año después se sumaron Oriente y Sur. Con más de un millón de alumnos que han pasado por sus aulas, el CCH celebra 49 años de existencia.

Una década difícil iniciaba, comenzaban los años setenta. Los desafíos económicos, sociales, políticos y educativos a superar para México no eran menores. Y la UNAM en respuesta a todo ello, a través del Consejo Universitario, propuso el 26 de enero de 1971 la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades. “Hoy la Universidad da un paso muy importante al considerar un proyecto que tiende a fortalecer su carácter de Universidad”, dijo el rector González Casanova en aquel momento. La intención era formar, no sólo alumnos, sino individuos que adquirieran conocimientos en las áreas científicas y humanísticas, en donde el método científico experimental, el histórico social, el español y las matemáticas fueran parte integral de su formación; y a partir de esta perspectiva vincularse en una sociedad que se perfilaba a un complejo panorama mundial. En suma, el reto era formar estudiantes capaces de convertirse en parte activa de su formación, con capacidad de análisis, crítica y creatividad para desarrollar sus habilidades y destrezas individuales. Al norte de la Ciudad de México se abrieron, en 1971, los primeros tres planteles: Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo. Más tarde, un año después, los planteles Oriente y Sur abrieron sus puertas. El camino de la Universidad no ha sido sencillo. Como todas las cosas en la vida, hubo que transformarse para enfrentar los desafíos. En los años ochenta, tras una década de vida del Colegio, la trasformación del país en un modelo político y económico neoliberal, más todas las turbulencias que de ello se desprendieron, dieron lugar a momentos sumamente difíciles. La banca se expropió, más el inesperado terremoto de 1985, cimbraron a la sociedad mexicana.  La última década del siglo XX comenzó bien. No obstante, la crisis económica de 1994 y el levantamiento del EZLN, dieron un duro revés a un entusiasta, pero titubeante México. Por su parte, el Colegio continuó preparando a sus estudiantes para una exigente era informática y tecnológica, iniciada en la década anterior, que marcaba el paradigma en la educación. El Colegio se ha mantenido firme, pese a todas las dificultades que se le han presentado desde su fundación. Muchos jóvenes, desde la primera y subsecuentes generaciones, se convirtieron en investigadores, docentes, funcionarios académicos, etc., de la Universidad y de otras instituciones educativas; otros, en cambio, ocuparon cargos públicos, o bien, incursionaron en el sector privado.

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