Maureen

Maureen Quevedo Cabrera, oro en Filosofía

Aunque quiere estudiar medicina, esa disciplina le abrió la mente y la hizo más paciente

Maureen Quevedo Cabrera, oro en Filosofía
Aunque quiere estudiar medicina, esa disciplina le abrió la mente y la hizo más paciente

Aunque ha decidido estudiar medicina, se dejó sorprender por la filosofía. De la mano de su maestra, y del esfuerzo de dedicarle dos horas más en asesorías y lecturas, pudo conocer otros puntos de vista y personas, pero sobre todo ampliar sus conocimientos sobre su entorno, ser más tolerante y adquirir herramientas de análisis para otras asignaturas.

La invitación para participar en la 9ª Olimpiada Universitaria del Conocimiento 2019, fue un reto, “no tenía nada que perder y sí mucho por ganar, ya que aprendería sobre una materia que me parecía interesante; y así fue, me sorprendió saber que había obtenido una medalla de oro”.

Maureen Quevedo Cabrera eligió dormir menos para terminar las tareas de las demás asignaturas y levantarse temprano para ir a la escuela y estudiar dos horas de filosofía con su maestra Ana Claudia Orozco, en el plantel Azcapotzalco.

Aunque en un inicio eran 15 los jóvenes que habían aceptado el reto que su profesora les había propuesto, al final pocos llegaron a presentar la prueba en su primera fase. La joven fue la única del grupo que pasó a la segunda y última pruebas, la cual consistió en escribir un ensayo sobre alguno de los temas que fueron propuestos por el concurso.

“Aquel día me sentía muy segura, había releído la apología de Sócrates, Epicuro y otros, pero cuando mis compañeros de prueba supieron que yo iba para medicina, cuestionaron mi presencia en un examen de filosofía. Me sentí mal, de hecho, pensé en irme, pero un profesor me tranquilizó, y continué con el escrito de mi ensayo”.

Entender el método de Sócrates, la mayéutica y comprender cómo es que este filósofo a partir de preguntas buscaba en sus interlocutores las respuestas requeridas, generó en la alumna de sexto semestre la idea de utilizar este medio para dirigirse mejor con sus compañeros, amigos o familiares. 

“Él trataba de persuadir al otro, pero no lo hacía de forma grosera, era muy inteligente y siempre utilizó esta parte de forma paciente y obtuvo las respuestas que quiso, esta manera me parece que podría ayudarme a ser más paciente, a preguntar y saber escuchar al otro”.

En este periodo “me enseñó a ser más paciente con mis tareas y lecturas, abrió mi mente, aprendí a entender a los demás y ser tolerante”. 

Para concluir, recomendó a sus compañeros vivir esa experiencia. “Te hace crecer personalmente y en conocimientos. Hay buenas lecturas, siempre y cuando se lean con la idea de que te dejarán algo, no hay que olvidar que son conceptos vigentes y necesarios”. 

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