Organizar sus tiempos, saber combinar los estudios y tareas de sus materias curriculares, agregar más horas de estudio a la historia y la química, buscar información por cuenta propia, darse tiempo de descansar y no hacer rutinaria su preparación. Esas fueron claves para que Alexa Ximena Reyes Campos, alumna del plantel Azcapotzalco, obtuviera la medalla de oro en el área de Historia, en la Primera Olimpiada Cecehachera del Conocimiento.
Aun cuando se sentía más preparada en el área de la Química, confió en otra de sus áreas favoritas. “La historia universal me interesa mucho. El Renacimiento y el humanismo son corrientes muy importantes, porque antes sólo se enfocaba en lo que decía la Iglesia, pero con estas etapas se dio un paso muy importante para la humanidad. A partir de ahí se cuestionaron cosas”, explica.
La historia sirve, afirma Reyes, “pues quien no conoce su pasado, está condenado a repetirlo. En lo personal, en la secundaria tuve un profesor que influyó mucho por mi gusto en esa asignatura. Aquí en el CCH, en Historia de México tuve una profesora que demostró siempre su amor por la materia. Cuando ves un profesor que le gusta enseñar, ese gusto e interés te llama más la atención”.
Al final, la alumna, que planea estudiar Medicina, destacó que sí esperaba un buen resultado, pese a que no tuvo el acompañamiento de un asesor: “La primera etapa del concurso fue sencilla. En la segunda etapa, que consistió redactar un texto, abordé un tema que me pareció muy atractivo e importante en estos momentos. Fue un ensayo con base en otros escritos referidos a la mujer y su papel en la sociedad. Decidí plasmar por qué el feminismo es un movimiento social importante y empecé a desarrollar esta idea, empezando por definir el machismo, el patriarcado. Es muy interesante ver las primeras corrientes y cómo ahora es un movimiento consolidado, de más alcance y de alguna manera más abierto”.
La estudiante de cuarto semestre compartió los esfuerzos que tuvo que hacer ante el reto que tenía por delante: “Como estábamos de vacaciones, debí dejar lo que tenía planeado; quería concentrarme más, ya que a nivel personal acababa de atravesar por algo muy fuerte: había perdido a mi abuelita. El tiempo se me venía encima y tuve que organizar mi tiempo por horas exactas. Lo difícil llegó cuando se me juntaron las clases, pero si alcanzó el tiempo, gracias a la disciplina”.