ceremonia 50 años

Gran innovación pedagógica e institucional

Ha formado a más de un millón de jóvenes

Gran innovación pedagógica e institucional
Ha formado a más de un millón de jóvenes

Numerosos han sido los retos durante los primeros 50 años del Colegio de Ciencias y Humanidades, “pero también las oportunidades de superarlos para formar a más de un millón de jóvenes, que la sociedad nos ha confiado para hacer de ellos grandes profesionistas y ciudadanos ejemplares. Las y los estudiantes han sido la principal riqueza del Colegio y en sus manifestaciones de afecto y de orgullo cecehachero, hemos encontrado motivos suficientes para cumplir con gusto nuestras tareas y compromisos”, así lo señaló  el director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, durante la ceremonia solemne, en línea, del H. Consejo Técnico para conmemorar el 50 aniversario de esta institución.

Ante funcionarios universitarios, integrantes de la comunidad del Colegio, consejeros técnicos, directoras y directores de los cinco planteles, profesores, alumnos y trabajadores, el directivo destacó que en esta noble labor ha sido destacada aquella que desarrollaron las y los maestros, a todos ellos, “les expresamos nuestra gratitud y les decimos que la escuela, por la que ustedes lucharon a lo largo de muchos años, se mantiene en pie”.

Del mismo modo agradeció a los trabajadores administrativos, que han sido parte de esta familia cecehachera, a los cuerpos directivos del pasado y del presente, así como a las autoridades universitarias.

Al hacer uso de la palabra, Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la Universidad Nacional Autónoma de México, puntualizó que el CCH es una gran innovación pedagógica e institucional y se debió  a la visión del exrector Pablo González Casanova, a la Comisión de Nuevos Métodos de Enseñanza que coordinaba don Henrique González Casanova, y a un equipo multidisciplinario. Y que a medio siglo ha evolucionado, “una institución académica que fue, sin lugar a dudas, pionera en muchas de las buenas prácticas docentes que hoy debieran de guiar la reorientación de los esfuerzos educativos, que en todo el mundo nos está imponiendo la emergencia sanitaria”.  

En su disertación, el maestro decano del Consejo Técnico, José de Jesús Moncayo, puntualizó algunos momentos clave en la trayectoria del CCH, mismas que permitieron “elevar la calidad de su enseñanza”. Como lo fue en 1996, cuando se dio paso a la Revisión del Plan y Programas de Estudios; la creación del Consejo Técnico, en 1992; la obtención del rango de Escuela Nacional en 1997, así como la instalación de la Dirección General, en 1998, y años más tarde, la obligatoriedad de cualquiera de los dos idiomas extranjeros (inglés o francés), y un semestre de Cómputo y Educación Física.

Por su parte, el profesor emérito del CCH, José de Jesús Bazán Levy, hizo referencia a la creación de la institución académica, aquella que sólo existía en el papel, pero que poco a poco fue hecha realidad gracias al trabajo colegiado de profesores, y del acompañamiento de las llamadas facultades madre y la Escuela Nacional Preparatoria.

A sus 50 años, se “atraviesa una etapa oscura” pero que se convierte en una nueva experiencia del Modelo Educativo del Colegio, por lo que se trata de un periodo refundacional, “cada vez que un profesor inicia su sesión a distancia, está inaugurando el Colegio”, y finalmente llamó a no abandonar a que todos los estudiantes tengan sus clases, que se den todas las materias y de todas las áreas, en todos los planteles.

Al hacer uso de la palabra, la profesora Susana Huerta González hizo énfasis en el trabajo que ha caracterizado a sus profesores, entre ellos la labor que por veinte años ha hecho el seminario Tlamatinime, en el cual participa y desde donde contribuye, junto a un grupo de docentes, a que la alimentación sea mejor entre los profesores y alumnos, sobre todo ante la emergencia sanitaria que hoy se vive.

Por su parte, Cristopher García Estrada, alumno consejero universitario, destacó aquellas circunstancias que vive el estudiantado, mismas que se convierten en experiencias inolvidables. Por lo que llamó a los egresados y a quienes hoy están en las aulas digitales a no desesperar cuando la carga de trabajo sea intensa y  a volver a tomar lo que les dio esta institución. “El CCH es un almanaque lleno de historias, como la de ustedes, como la mía, como las que faltan y como esas que con mucho cariño desde aquí seguiremos recordando, mientras tanto CCH, me diste tanto y me pediste tan poco. Felices cincuenta y gracias, por muchos más.”

Al respecto, Arcelia Lara Covarrubias, Premio Universidad Nacional, recordó su inicio como maestra del Colegio cuando se gestaba el cambio en los Planes y Programas de Estudio; “este hecho marcó de manera fundamental el estilo pedagógico; no porque se renunciara a lo que inicialmente se había planteado como la filosofía cecehachera; por el contrario, ésta seguía más vigente que nunca”. A 50 años, dijo, “nuestro Colegio ha ido fortaleciéndose con las transformaciones; pero como ideal último que está en nuestro horizonte formativo, nos impulsa hacia adelante, exige de nosotros autocrítica, reflexión y transformación permanentes”.

La ceremonia concluyó con un homenaje a los integrantes del Colegio que han fallecido en el marco de la pandemia.

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